Nace el 2 de Febrero de 1754, en el seno de una de las familias de la más alta nobleza francesa, fue el segundo de los hijos de los Condes de Talleyrand, pero la muerte de su hermano mayor, acaecida poco después de su nacimiento, le dio el derecho de primogenitura; su vida, por tanto, debía de ser destinada al servicio de las armas, pero desde muy niño se notó que tenía una deformación en los pies, por lo que le sería imposible ejercer la carrera militar, razón por la cual sus padres decidieron traspasar la primogenitura, incluyendo el título de Conde y la herencia familiar a su hermano menor, y Charles Maurice sería destinado al servicio religioso. Algo que en el curso de su vida le crearía muchos resentimientos hacia su familia.
A la edad de 16 ingresó en el seminario de Saint Sulpice donde, como más tarde admitiría, pasó tres tristes y largos años, sin que en ningún momento se manifestara en él una vocación religiosa. Al cumplir los 25 obtiene una licenciatura en teología en la Sorbona, lo que le permite ser ordenado diácono y vicario de Reims. Demuestra habilidad y eficacia al manejarse en el ámbito religioso y en tan solo seis meses, es nombrado Agente General del Clero francés.
A pesar de pertenecer a una familia aristocrática y ejercer cargos eclesiásticos, a medida que avanzaba en su carrera se ponía cada vez más en contacto con las ideas liberales de “La Ilustración”, que aparecían por esos tiempos, y siendo monárquico de corazón cifraba sus ideales de gobierno en una monarquía constitucional, tomando como ejemplo la de Inglaterra.
En 1788, su padre, que había tenido altos cargos militares, poco antes de morir le pide al rey Luis XVI que le dé a su hijo un nombramiento de obispo, y a pesar de que al rey no le agradaba Talleyrand, ya que circulaban rumores de que era un mujeriego, al final accede y el 4 de Enero de 1789 es consagrado como obispo de Autún. Pero el ideal de Charles Maurice no era la religión, era la política, por lo que designó un vicario general para que ejerciera el obispado, mientras el desempeñaba otras funciones civiles.
El 14 de Julio de 1789, en Paris, se produjo “La Toma de la Bastilla”, lo que supuso el principio del fin de la monarquía y el punto inicial de la Revolución Francesa. Talleyrand es nombrado miembro del Comité de Constitución de la nueva «Asamblea Nacional“, Y en 1791 debido a muchas presiones renuncia a ser obispo de Autún.
En 1792, la Cancillería francesa lo envió en una misión a Londres, y en 1793 se inicia en París el llamado “reino del terror”, cuando los revolucionarios radicales, “los jacobinos”, al mando de Robespierre, toman el poder y cerca de 30.000 opositores, incluyendo el rey Luis XVI y la reina María Antonieta, son enviados a la guillotina. Luego, en el archivo secreto del rey, se descubre una carta de Talleyrand, de 1791, donde este le ofrece sus servicios a la monarquía y es entonces acusado de traición. Se refugia en Inglaterra, pero en Enero de 1794 es expulsado de ese país, por lo que se embarca hacia los Estados Unidos, donde se dedica, al muy lucrativo sector de bienes raíces, del cual obtiene una considerable fortuna. En Julio de 1794 Robespierre y su camarilla son derrocados y condenados a muerte y en 1795 Talleyrand escribe a la Convención Nacional solicitando su retorno, lo que le es concedido, y regresa a Paris el 30 de Septiembre de 1796.
En Julio de 1797 fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores del nuevo régimeny observa con atención la figura del joven General Bonaparte y su impresionante conquista del norte de Italia, percibe su desmedida ambición y contempla en él la oportunidad de obtener la carrera política que tanto desea. Valiéndose de sus contactos entra en el círculo próximo a Bonaparte, primero ofreciendo un banquete en su honor, luego organizando con él la expedición militar a Egipto, y finalmente conspirando junto con otros políticos para materializar su ascenso al poder.
El 9 Noviembre de 1799, Bonaparte da un golpe de estado y se hace nombrar Primer Cónsul. Talleyrand, que había colaborado en dicho golpe, vuelve a ser nombrado Ministro de Asuntos Exteriores, y ya para 1802 se había convertido en una de las figuras más influyentes de gobierno napoleónico, “al que serviría de manera leal y con entusiasmo”, como lo afirmó en sus memorias
Napoleón tenía ideas estrictas sobre la dignidad del matrimonio y se esforzaba en imponerlas. Es así como en 1802, bajo presión de Bonaparte, Talleyrand accede a casarse con Catherine Noel Grand, que había sido su amante desde 1794. Pero después del matrimonio la pareja se fue distanciando gradualmente y Madame Tayllerand comenzó a vivir sola, aunque su marido le dio suficiente dinero para vivir lujosamente.
En Mayo de 1804 Napoleón decide transformar el Consulado en un Imperio, proclamándose a sí mismo como Emperador, y le otorga a Talleyrand la posición imperial de Gran Chambelán y Vice-elector, con un sueldo de 40.000 francos anuales, y en 1806 recibe del mismo Emperador el título soberano de «Principe de Benevento».
Pero, a pesar de que en esencia Talleyrand había sido indispensable para la creación del Primer Imperio francés, sus ideas sobre política exterior se orientaban entonces hacia dos objetivos: Restablecer la paz en Europa, y limitar el expansionismo de Francia. Expresa sus opiniones al emperador, manteniendo una posición firme al respecto, pero este se niega a escucharlo. Cegado por su vanidad y por su sucesión de éxitos Bonaparte comenzó a tomar decisiones cada vez más erradas. Su «política guerrera» comienza a molestar a Talleyrand, y las desastrosas invasiones a España en 1807 y a Rusia, en 1812 acabaron por distanciarlo, por lo que presenta su dimisión alegando motivos de salud; y se pasa al bando contrario, ya que como lo explica en sus memorias “Napoleón no tenía remedio”.
En Marzo de 1814 los ejércitos de Inglaterra, Austria, Rusia y Prusia derrotan a Napoleón y entran en Paris, se instala entonces el “Congreso de Viena”, donde se discutiría la paz. Talleyrand negoció las condiciones de un armisticio, donde Francia renunció a sus conquistas, y aceptó retomar sus fronteras de 1792; Bonaparte fue entonces desterrado a la isla de Elba. El 1 de Abril de ese año el gobierno provisional elevó al rey Borbón, Luis XVIII, al trono, y Talleyrand fue nombrado “Primer Ministro” controlando así todo el gobierno. Pero en Febrero de 1815 Napoleón se escapa de Elba y retoma el control de Francia, pero solo por 100 días, ya que sería derrotado definitivamente en la batalla de Waterloo, y para prevenir otra huida sería enviado a la lejana isla de Santa Elena, en el medio del Atlántico. Comienzan nuevas negociaciones pero esta vez los aliados le imponen a Francia grandes sanciones, que Luis XVIII está dispuesto a aprobar, pero que Talleyrand las considera inaceptables y presenta su renuncia.
El 16 de Septiembre de 1824 muere el rey Luis XVIII y es sucedido por su hermano, Carlos X pero este rey trató de restaurar en Francia el viejo absolutismo monárquico lo que provocó una muy fuerte oposición, de la cual Talleyrand formó parte, y todo culminó con la “Revolución de 1830”, cuando Carlos X se vio obligado a renunciar y el 9 de Agosto de ese año Felipe de Orleans toma la corona, bajo el nombre de Luis Felipe I
También ese año, el nuevo rey, lo nombra embajador en Londres y allí logra los mayores éxitos de su carrera, al obtener en 1831 la independencia de Bélgica y en 1834 firma la llamada “Cuádruple Alianza”, entre España, Portugal, Francia e Inglaterra; lo que permitió que dos países tradicionalmente enfrentados, como Francia y el Reino Unido, llegasen a un mutuo entendimiento, y a su vez se garantizó la subida al trono de España de la Reina Isabel II. Poco después, cuando contaba 80 años, se retira definitivamente y parte hacia su residencia de Valençay dispuesto a gozar de su vida personal, de sus inmensas riquezas, acumuladas a lo largo de su vida, y en compañía de su amante, Dorothea de Curlandia, que lo acompañó hasta el fin de sus días, y que por cierto, había sido esposa de su sobrino Edmond Talleyrand.
En su retiro decidió escribir sus memorias, con el mandato de que las mismas no se publicasen hasta treinta años después de su muerte. Fallece en París, el 17 de Mayo de 1838, a sus 84 años.
Un detalle: Talleyrand era cojo. En sus memorias trata de justificar este defecto indicando que a los cuatro años, sufrió un grave accidente, cuando su nodriza le dejo caer, desde lo alto de una cómoda y se dislocó un pie, que a falta de los cuidados necesarios, le creció deformado. Sin embargo, ya en 1782 un primo de él señalaría que en realidad él había nacido con una malformación en ambos pies y que este mal era repetitivo en su familia. La mencionada aseveración quedo confirmada a fines de la década de 1980 cuando salió a la luz un retrato al oleo de un tío paterno donde se observa claramente la misma deformación congénita, que un equipo de médicos identificó con el mal conocido como “talipes equinovarus”.
Otro detalle: El ser sacerdote no le impidió mantener relaciones con numerosas mujeres. Su vida privada era calificada como escandalosa, se le veía acompañado de cantantes y bailarinas de la ópera de Paris. Tuvo relaciones simultáneas con numerosas grandes damas, como la Marquesa Adelaide Filleul, con quien tuvo un hijo, Charles Joseph; y también con otras de menor alcurnia, como una hermosa mujer negra conocida como “Dudú”, a la que conoció en Filadelfia.
Otro detalle: En 1789, cuando en la Asamblea Nacional se debatió la desastrosa situación económica del país, Talleyrand hizo una propuesta muy osada para alguien que llevaba la mitra de obispo: Propuso la nacionalización de todos los bienes de la Iglesia francesa, dueña entonces de la cuarta parte de todas las propiedades del país. Su propuesta prosperó, pero obviamente no fue del agrado de las autoridades eclesiásticas, que a partir de ese momento le consideraron un traidor en toda regla y en 1791 el Papa Pio VI lo excomulgó; pero en 1804, presionado por Napoleón el Papa Pio VII revocó su excomunión de la Iglesia Católica.
Otro detalle: Mientras residía en los Estados Unidos, con el fin de obtener un cargo en ese gobierno, envió una lisonjera carta al presidente George Washington, pidiéndole una audiencia, sin embargo el presidente americano no le concedió ninguna entrevista, ya que había recibido informaciones que describían a Talleyrand como “notoriamente inmoral”. Y a pesar de las gestiones de un amigo, Alexander Hamilton, uno de los “padres fundadores” de ese país, Washington mantuvo su posición de no recibir en audiencia al exilado francés.
Otro detalle: Con el fin de acrecentar su fortuna, procuró sacar provecho de cualquier parte. Se benefició con cada tratado o acuerdo que firmó con las naciones obligadas a negociar con Francia, recibiendo de ellas, como sobornos, grandes sumas de dinero(que él llamaba “golosinas”). Su insaciable afán de riqueza lo llevaba a invertir a menudo en la bolsa y su inmenso patrimonio le permitió comprar, en 1803, el suntuoso “Castillo de Valençay”.
Otro detalle: Talleyrand quería una Europa pacífica en la que los países del continente se unieran y colaboraran en la tarea de lograr un bienestar general. Fue en ese sentido muy adelantado, porque en aquel momento la idea de una “Unión Europea” era inconcebible, e hicieron falta más de 150 años, y dos guerras mundiales para que se empezara a pensar en ello.
Otro detalle: La relación entre Napoleón y Talleyrand era de “amor odio”. A pesar de que Bonaparte sentía respeto hacia su ministro por su nacimiento aristocrático y por su talento; y Talleyrand admiraba el enorme genio del Emperador, sin embargo, a causa de sus diferentes puntos de vista políticos se fueron distanciando y entraron en un periodo de hostilidad. Bonaparte por un lado lo humillaba públicamente, mientras que Talleyrand, en represalia, lo traicionaba, pasando informaciones secretas a sus enemigos.
Otro detalle: Una de las mencionadas humillaciones ocurrió en una fiesta en Las Tullerías, en tiempos del “Consulado”, cuando Catherine Noel Grand, la recién casada esposa de Talleyrand, que había sido famosa por su pasado escandaloso, fue presentada ante Napoleón, y este, delante de varios dignatarios, la saludó así: “Espero que la conducta de la ciudadana Talleyrand hará olvidar las ligerezas de Madame Grand”, a lo que ella, sin amilanarse, respondió: “Procuraré seguir el ejemplo de la ciudadana Bonaparte” (Josefina, la esposa de Napoleón, que también tenía su historia). Esta respuesta molestó tanto a Napoleón que en adelante prohibió la participación de ella en todos los eventos del régimen.
Otro detalle: Se asegura que “Pauline”, sobrina nieta de Talleyrand, era en realidad hija suya y de su amante, Dorothea de Curlandia. Pauline nació en Diciembre 1820, pero su supuesto padre, Edmond, (sobrino de Talleyrand) estaba separado de su esposa desde 1818. Otra particularidad es que desde inicios de 1820, Charles Maurice (en ese entonces de 66 años) y Dorothea (de 27) vivieron juntos, hasta la muerte de él, en 1838, cuando designó a Dorothea como única heredera de todos sus bienes. Talleyrand siempre sintió un gran afecto por Pauline, a la que llamaba “el ángel de la casa”, y siempre se preocupó por su bienestar.
Un último detalle: Talleyrand albergaba una mesa que estaba considerada una de las primeras de Europa. De hecho, tuvo a su servicio al chef Antonin Carême, precursor del estilo conocido como la “grande cousine” y al célebre pastelero Jean Avice. En la cocina clásica se le ha dado su nombre a numerosas preparaciones, como a las chuletas de ternera y a los turnedós. Se ha bautizado con el nombre de “Talleyrand” a distintas preparaciones, como los filetes de anchoas, las tortillas al curry, y a un pastel elaborado con una pasta a la que se añade piña picada.
El reino del terror catherine Noel Grand, esposa de Talleyrand El Castillo de Valençay
Fuentes
- Charles Maurice de Talleyrand “Mémoires du Prince de Talleyrand”. Calmann Levy, 1891
- Pedro Rosas Bravo. “Talleyrand, el poder en la sombra”. Eds. Rubric, 2020
- Emile Dard. “Napoleón y Talleyrand”. Biografías Gandesa, 1953