Hermann Wilhelm Goering nació en Rosenheim, Baviera (Alemania), el 12 de Enero de 1893. Su padre, Heinrich Goering, pertenecía a la aristocracia militar prusiana, fue oficial de caballería y Gobernador de la colonia alemana de “África del Sudoeste” (hoy Namibia). A los dieciséis años Hermann fue enviado a la Academia Militar de Lichterfelde, donde se graduó con honores.

Durante el primer año de la Primera Guerra Mundial (1914) sirvió en un regimiento de infantería y luego fue asignado a una escuela de pilotaje; ya capacitado voló en exitosas misiones de reconocimiento y bombardeo y en 1918, fue asignado para comandar el más famoso escuadrón de caza alemán, “El Circo volante”, que, hasta el momento de su muerte, había sido liderado por el gran héroe Manfred Von Richthofen (El Barón Rojo). Goering finalizó la guerra como un as de la aviación, con 22 victorias aéreas y muchas condecoraciones; pero casi arruinado, por lo que aceptó un trabajo como piloto en Suecia. Allí conoció a la Baronesa Carin Von Kantzow con quien se casó en 1923, disfrutando de la dote de su esposa y recuperando su pérdida aristocracia.

Ese mismo año regresa a Alemania donde conoció a Adolf Hitler y ambos hicieron amistad. Hitler comprendió que un héroe de guerra, de la nobleza, sería un valioso aporte al partido nacionalsocialista, y Goering, que por su parte admiraba a ese orador brillante y audaz, inmediatamente se unió al nazismo y fue puesto al frente de las “Secciones de Asalto” (las SA). Participó en el fallido golpe de estado de Hitler en Múnich (1923) en el que resultó herido y huyó de Alemania, regresando en 1927, y en 1928 fue diputado por el partido nazi.

En 1933 ayudó eficazmente a Adolf Hitler en su acceso al poder, y se convirtió en su mano derecha.  Fue nombrado Ministro del Interior. Se ocupó de crear la policía secreta (La Gestapo) y  de la construcción de los primeros campos de concentración, adonde se enviaba a los judíos y a cualquier persona que fuera un peligro para el régimen. En 1935, fue designado oficialmente como Ministro de Aviación del III Reich, haciéndose cargo de una de las unidades más importantes del ejército alemán; la muy poderosa fuerza aérea, llamada “Luftwaffe”.

En un principio Goering fue muy popular en Alemania y el 1 de Septiembre de  1939 Hitler lo designó como su sucesor. Durante la Segunda Guerra Mundial, se hizo cargo de todas las operaciones aéreas alemanas, entre ellas los grandes bombardeos en Polonia, Francia, Inglaterra y Rusia que causaron centenares de miles de muertes. Y participó en la decisión de aplicar la “Solución Final”, o el total exterminio de los judíos en Europa.

Pero su prestigio declinó debido a los fracasos de la Luftwaffe en las batallas aéreas de Dunkerke, Inglaterra y Rusia, así como tampoco pudo evitar los masivos bombardeos aliados sobre Alemania; por lo que fue perdiendo influencia en el gobierno y en el partido nazi. En 1944, durante  los últimos momentos de la guerra, Hitler acabó por destituirlo.

Ya Derrotada Alemania, fue hecho prisionero por el ejército americano y juzgado por el Tribunal de Núremberg, que lo declaró “criminal de guerra” y lo condenó a muerte en la horca. Pero se suicidó el 15 de Octubre de 1946, la noche antes de ejecutarse la sentencia, ingiriendo una capsula de cianuro que tenía escondida.

Un detalle: De niño Goering fue ahijado de un acaudalado empresario judío, Hermann Epenstein, muy amigo de su padre, a quien ayudó cuando este apenas sobrevivía con una exigua pensión cediéndole una casa de su propiedad; pero más tarde Epenstein, se convirtió en amante de la madre de Goering, lo cual pudo haber causado su posterior antisemitismo.

Otro detalle: Cuando fue herido durante el golpe de estado de Múnich, en 1923, se le suministro  morfina para mitigar el dolor; y hasta el final de su vida fue un adicto a esta droga, hasta el punto  de que en 1925 fue certificado como “drogadicto peligroso”, y fue enviado, en camisa de fuerza, a un asilo, pero luego su psiquiatra logró apaciguar esta agresividad.

Un último detalle: Durante la guerra participó en el expolio de obras de arte de los países ocupados por Alemania, cuando fueron enviados a ese país unos 26.000 vagones de ferrocarril llenos de tesoros artísticos, y Goering seleccionaba cuáles de ellos se enviarían a sus residencias. Se estima que  saqueó unas 1.500 piezas, por un valor de 200 millones de dólares. ​

FUENTES       

David T. Irvine. “Hermann Goering”. Eds. ASIN, 2020

John Killen. “Historia de la Luftwaffe”. Plaza & Janes Editores, 1969

“World War II”. Barnes & Noble Books, 1998

Por francisco

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