El Caracas Country Club, pintado por Manuel Cabré, 1946

La historia: A comienzos del siglo XX se inicia la actividad del petróleo en Venezuela, lo que cambiaría el futuro de la nación. Comienzan entonces a llegar muchos inmigrantes, mayormente norteamericanos, que venían a trabajar en las empresas petroleras. Un grupo de esos extranjeros, residentes en Caracas, inician algunos cambios en las costumbres y actividades de la ciudad, siendo uno de ellos el golf, un deporte que comenzaron a practicar en los terrenos de “Las Barrancas”, hacia los lados del Paraíso, terrenos que les habían sido cedidos por los propietarios de la “Hacienda La Vega”. Más tarde este juego comienza a interesar también a algunos venezolanos de las clases más altas que comienzan a incorporarse a la práctica del mismo.

La casa club en Barrancas 1923

La afición al golf se acrecienta entre los mencionados extranjeros y venezolanos, por lo que se convoca a una reunión en las instalaciones del ahora desaparecido “Club Paraíso”, cuando se decide fundar una sociedad para la práctica de ese deporte en los mencionados terrenos de las Barrancas, y es así como el 13 de Febrero 1918 nace el “Caracas Golf Club” que cuenta con un pequeño campo del golf de tan solo nueve hoyos, diseñado por el arquitecto George Banks.

En 1923 el club cambia su nombre al de “Caracas Country Club”, y un año más tarde se concluye la construcción de una sencilla casa de reuniones para los socios, cónsona con la actividad que allí se practica y  que fue diseñada por uno de los socios, Robert Wesselhoeft.

Pero, a fines de 1927, entre estos amigos golfistas surge el interés de crear un campo de golf profesional, con 18 hoyos. A tal efecto se inicia la búsqueda de un terreno apropiado y se decide la compra de la “Hacienda Blandín” y de partes de otras dos haciendas aledañas, “La Granja de Gallegos” y “El Samán”, todas ellas antiguas plantaciones de café ubicadas en las estribaciones del Ávila. Y así, en 1929, se crea el “Sindicato Blandín, suscrito por 134 socios fundadores que se comprometen a aportar las cuotas necesarias para proceder  a la compra de los dichos  terrenos

Una parte del mencionado proyecto sería la creación de parcelas alrededor de los campos de golf, para que posteriormente estas fueran adquiridas por los socios del club. A tal efecto, ese mismo año de 1929, se contrata a una empresa norteamericana especializada en arquitectura paisajista, la “Olmsted Brothers”, que en 1850 había proyectado el Central Park de Nueva York. La citada firma hizo el diseño de una urbanización residencial preservando las características del paisaje preexistente, protegiéndolo del desarrollo urbano circundante, así mismo se planificó una carretera principal que ofrecería amplias vistas de las montañas caraqueñas y se sugirió que se conservaran otras características de importancia histórica, como eran la Casona de Blandín y el puente sobre la quebrada de Chacaíto, ambos del siglo XVIII.

Pero el centro del plan era la creación de los campos de golf, además de la incorporación de nuevos deportes como el tenis, la natación y equitación, para lo cual se contrata a un experto en esta actividad, el ingeniero estadounidense Charles Henry Banz. Y para asegurar el regadío de esos campos se emplea al ingeniero venezolano Alfredo Jahn, que desarrolla un plan a este respecto, aprovechando el agua de las varias quebradas que atravesaban los terrenos comprados.

En referencia a la Casa Club, esta fue construida en el sitio exacto donde estuvo la antigua casa de Blandín, y fue proyectada por el arquitecto, Clifford Windhack, conocido por haber diseñado varias sedes de clubes suburbanos en los Estados Unidos, Windhack se inspiró en la arquitectura colonial de la antigua casona, agregándole toques del llamado estilo “neo hispánico”. La construcción le fue encomendada al ingeniero venezolano Carlos Guinand Sandoz, y el 12 de Diciembre de 1930, fue  inaugurada la nueva sede del club

Además de la práctica de los deportes antes mencionados, en el club se planificaba también la vida social de sus miembros, utilizando sus bares, restaurantes y salones de fiesta. Los años 40’s, 50’s y 60’s fueron los “años de oro” de las actividades del club, que se mantienen al día de hoy

La urbanización del Country Club actualmente aloja 31 embajadas, bellas casas, esplendidos campos de golf y es considerado como un oasis ecológico, urbanístico y arquitectónico, como lo dicen expertos en estas profesiones, quienes además afirman que es uno de los grandes pulmones vegetales que tiene la ciudad capital, junto al Parque Nacional El Avila y el Parque del Este,

Un detalle: La antigua Casa Blandín, donde ahora se sitúa la sede del Caracas Country club, tiene una importante historia que se inicia en nuestra época colonial. El insigne historiador venezolano, Arístides Rojas, reseña en su  libro, “Crónica de Caracas”, que Bartolomé Blandín, fue el primer propietario de la llamada “Hacienda Blandín”, y era hijo del médico y farmaceuta francés Pedro Blandain, que llegó a Venezuela en 1740,  y  de la caraqueña Mariana Blanco de Valois. Bartolomé era un aficionado a la música y en su hacienda se celebraban reuniones musicales donde asistían miembros de la aristocracia caraqueña. Uno de sus vecinos  era el Padre Sojo, (perteneciente a la familia materna de Simón Bolívar), quien también era un amante de la música. A fines del siglo XVIII, Blandin y Sojo sembraron semillas de café en sus haciendas y ambos convinieron que la primera taza de café que se tomaría en Caracas se celebraría en la Hacienda Blandín, en una reunión musical con la asistencia de familias y personajes de la ciudad. Y esto sucedió en 1786 en los jardines de la mencionada hacienda, cuando después de los bailes y cantos se ofreció un almuerzo; y luego llegó el momento de servir el café, que, según Rojas, “derramó su fragancia en el poético recinto”.

La antigua casona Blandín

Otro detalle: Bartolomé Blandín también participó en los movimientos independentistas de Venezuela, siendo una de sus labores la emisión del papel moneda de la nueva republica. De hecho, los billetes impresos en ese entonces llevaban la firma de Juan Germán Roscio, de Martin Tovar y de Bartolomé Blandín.

Otro detalle: El 21 de Noviembre de 1799 el célebre científico alemán Alexander Von Humboldt visitó Caracas y entre las muchas cosas de interés que observó estuvo la montaña del Ávila, la cual decidió escalar. Según lo refiere el mismo Humboldt en su libro “Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente”, el 3 de Enero del año 1800, a las 5 am, salió, junto con su compañero Bonpland, de la ”Granja de Gallegos” (parte del actual Country Club) acompañados por 16 esclavos de la Hacienda Blandín, encargados de llevar los instrumentos científicos y otros enseres necesarios. Ascienden por Chacaíto, pasando por Loma Serrano, hasta que, a eso de las 3,00 pm, llegaron a la cima del Pico Oriental donde pudieron hacer las investigaciones y mediciones pertinentes. Luego inician su descenso llegando en la noche a la Hacienda Blandín, exhaustos y con muchas heridas en los pies. Allí los esperaban numerosos amigos que estaban muy pendientes de esta expedición, que tuvo una duración  total de 15 horas.

Otro detalle: Según el historiador chileno Iván Jaksic, Andrés Bello fue un buen amigo de Humboldt y lo acompañó a en su ascenso a la Silla del Ávila, pero no tuvo la fortaleza física para llegar hasta la cima, por lo que a medio camino debió abandonar la marcha. 

Otro detalle: En 1927 el piloto norteamericano, Charles Lindbergh, se hizo famoso por haber sido la primera persona que logró cruzar el Océano Atlántico por aire, sin escalas. Lindbergh visitó Venezuela el 29 de Enero de 1928, cuando llegó al aeropuerto de Maracay en su avión, “El Espíritu de San Luis”, siendo recibido por el Presidente Juan Vicente Gómez y miembros de su gabinete. Y al día siguiente aterrizó en Caracas, donde se realizó un almuerzo en su honor en el Caracas Country Club, ofrecido por el “Comité Venezolano de la Sociedad Panamericana.

Otro detalle: En 1949 el gobierno del Perú resolvió convocar  a un concurso para elegir las «Reinas de la Belleza de América» (en esos tiempos no se usaba el término “Miss”), y cada nación americana se dispuso a elegir a su representante. En Venezuela las reinas de cada estado llegaron a la capital para participar en el certamen, y la elección se llevó a cabo en el  Caracas Country Club, donde el jurado eligió a la representante del Zulia, Miriam Cupello, como “Reina de Belleza de Venezuela”. El Gobierno nacional, puso a disposición  un avión DC3 de la Fuerza Aérea Venezolana para trasladar a Miriam a Lima, donde ganó la corona de “Reina del Caribe y del Amazonas”. El primer gran triunfo de Venezuela en un concurso de belleza internacional.

Coronacion de Miriam Cupello como reina de Belleza de Venezuela, en el CCC

Otro detalle: Cabe destacar que la citada, Miriam Cupello, era tía del autor del presente artículo

Otro detalle: El pintor español, Manuel Cabré, uno de los paisajistas más destacados de Venezuela (conocido con el nombre “El Pintor del Ávila”), entre 1945 y 1965 ejecutó una gran cantidad de sus obras en las canchas de golf del Caracas Country Club. Los campos abiertos de
la urbanización le ofrecían una mayor perspectiva y tranquilidad para apreciar el paisaje.

Un último detalle: En dos ocasiones (en el 2006 y 2010) el gobierno de Hugo Chavez propuso  dar un uso diferente a los  terrenos del campo de golf del Caracas Country Club para construir edificios residenciales. Pero finalmente el proyecto no se llevó a cabo, ya que este Club es considerado un pulmón vegetal de Caracas y está clasificado como “Bien de Interés Cultural de la Nación” por el Instituto del Patrimonio Cultural (asociación vinculada a la UNESCO).

Fuentes:                                                                                                                                                   

Rafael Díaz Casanova “De las Barrancas a Blandín”. Eds. Caracas Country Club, 2006 

Alejandro de Humboldt “Viaje a las Regiones Equinocciales de América”. M. Avila, 1991 

John G. Williamson. “La Hacienda Blandín”. Academia Nacional de la Historia, 1973                   

Hannia Gómez, “Cuento de dos Casas, Blandín y la Casa Club”. Revista Entre Socios, 2006            

Arístides Rojas.”Crónica de Caracas”. Eds. Min. de Educación de Venezuela, 1946                                

Ramón J. Velásquez. “Concursos”. Publicaciones Hechos, 1949                                                              

Ediciones de la revista “Entre Socios” números 78 (2018), 80 (2018) y 84 (2020)

Por francisco

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