Hay miles de personajes famosos que de alguna manera iniciaron innovaciones en la historia de la humanidad, por lo que trataremos de enfocarnos solo en aquellos que, en nuestra opinión, revolucionaron, de manera positiva al mundo occidental, nuestro mundo (cada vez más global). Presentamos estos protagonistas en orden cronológico y en cuatro aéreas diferentes: «Ciencia y Tecnología», «Letras», «Artes», Musica y Filosofía mencionando brevemente su obra.

CIENCIA Y TECNOLOGIA

La civilización grecorromana, hizo grandes avances en esta área la Grecia antigua legó a la humanidad las matemáticas (Mileto, Pitagoras, Euclides etc.). La medicina (Hipócrates) y diversos inventos entre otros la grúa, el astrolabio, el cuenta kilómetros y los faros. El imperio romano estaba cruzado por más de 80.000 kms. de maravillosos caminos que conducían a ciudades dotadas con acueductos y alcantarillados, baños termales, bibliotecas teatros y anfiteatros. Pero el año 476 marca la caída de Roma a manos de los bárbaros, se vivirá entonces un dramático retroceso en la cultura, la denominada «Edad media» u «Oscurantismo». Solo en el siglo XVI, con el «Renacimiento», se recuperarían los antiguos niveles de sabiduría. Dejemos volar la imaginación: Si el imperio romano no hubiera colapsado y no se hubieran perdido mil años de adelantos científicos ¿el hombre hubiera podido llegar a la luna en el siglo IX? y en ese caso ¿cómo estaríamos ahora, en el siglo XXI? Pero regresemos a nuestra realidad histórica, al «Medioevo», y mencionamos dos importantes inventos que llegaron de China en los siglos XII y XIII: La brújula y la pólvora, que con el tiempo cambiarían para siempre la navegación y la forma de hacer las guerras. Hacia 1440, el alemán Gutenberg trasforma el mundo creando la imprenta, el medio ideal para transmitir rápida y ampliamente todo tipo de conocimientos.

El renacimiento comienza en 1492, coincidiendo con el descubrimiento de América, cuando se hicieron importantes progresos en la navegación y aparecieron las grandes potencias marítimas como Inglaterra, España, Francia y Portugal que luego colonizarían enormes territorios en América, Asia, África y Oceanía. En 1543, coincidiendo con la publicación de «Los giros de los orbes celestes», de Nicolás Copérnico, comienza «La revolución científica», cuando la ciencia tuvo un extraordinario desarrollo. En 1633 el astrónomo italiano Galileo fue juzgado por la inquisición, al afirmar que los planetas giran en torno al sol, lo que iba en contra de las creencias religiosas del momento. En 1666 el inglés, Isaac Newton, descubrió las leyes de la gravitación y expuso las leyes que la rigen.

Pero las grandes innovaciones en la tecnología solo se darían a mediados del siglo XVIII, cuando James Watt, un ingeniero escocés, desarrolló la primera máquina de vapor que luego se implantó en las industrias y se utilizó como motores en los barcos y trenes, dando inicio a la «Primera Revolución Industrial», que durante 100 años, aceleró el desarrollo económico de Europa y de los Estados Unidos. Así aparecieron dos nuevas categorías sociales: Los «industriales», con grandes ingresos en dinero y los «obreros» de las fábricas, que desde niños trabajaban 12 horas al día, siete días a la semana y vivían en  la pobreza.

Entre 1870 y 1914, en la llamada «Segunda Revolución Industrial”, una serie de científicos y empresarios volvieron a cambiar la faz del mundo, entre ellos los hermanos Lumiere, franceses, que en 1895 inventaron la cinematografía; los hermanos Wright, americanos, que en 1903 realizaron el primer vuelo a motor; Guillermo Marconi, italiano (Premio Nobel de física 1909), inventor de la telegrafía sin hilos y precursor de la radio.     

Los hermano Wright, pioneros en la aviación

 Un detalle: Otra gran innovación, el teléfono, fue patentado por Alexander Graham Bell en 1876, lo que fue protestado por Antonio Meucci, un científico italiano que alegó en tribunales que le habían robado su invención. Después de más de cien años de procesos judiciales, en Junio del 2002, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos dictaminó que el verdadero inventor del teléfono no había sido Bell, sino Meucci.

Antonio Meucci y Alexander Graham Bell, inventores del telefono.

Mencionamos ahora, de manera especial, a cuatro grandes celebridades de este campo:

Tomas Alva Edison, quien dio otro impulso importante en la tecnología. Este ingeniero americano patentó más de mil inventos durante su vida, el más importante fue el de la luz eléctrica, (en 1878). Instaló las primeras plantas de electricidad, que luego se multiplicarían en todo el mundo. Además contribuyó a formar muchos de los perfiles tecnológicos contemporáneos, como los motores eléctricos, un sistema telefónico viable y el fonógrafo                                                                                                            

Otro detalle: Edison creía firmemente en los fenómenos paranormales y creó una máquina para hablar con los muertos, pero nunca la patentó.

Henry Ford, también estadounidense, que daría otro gran paso en 1913, cuando instaló en su fábrica de automóviles la primera línea de montaje en cadena, que fue copiada por todo tipo de industrias. Esta producción, “masiva», bajó los costos al consumidor final, aumentó el empleo y fomentó la construcción de grandes carreteras y ciudades en todo el mundo.

Henry Ford, creador de la Linea de montaje industrial

Sigmund Freud: Medico austríaco, de origen judío, llamado «el padre del psicoanálisis», desde 1886 realizó importantes investigaciones sobre la mente humana que cambiarían las creencias del mundo sobre temas claves como la agresión, el sexo, la culpa y la moral.

Albert Einstein: Uno de los más grandes científicos de la humanidad, alemán, también de familia judía. En 1905 publicó su célebre «teoría de la relatividad». En 1921 ganó el Premio Nobel de Física y en 1932, a la llegada del nazismo, marchó a los Estados Unidos. En 1939 decide ejercer su influencia y escribe una celebre carta al presidente Roosevelt aconsejándole desarrollar la bomba atómica de inmediato y así impedir que los nazis lo hicieran antes.

Albert Einstein, en la portada de la revista Time

Con el aporte de científicos importantes, como el italiano Enrico Fermi (Premio Nobel de Física, 1938) y el norteamericano Robert Oppenheimer, en 1945 se crea la bomba atómica, que se lanza en Hiroshima y Nagasaki, terminando así la segunda guerra mundial. Se inicia entonces la «Guerra fría», que en 1962 generó la «crisis de los misiles en Cuba», cuando el mundo estuvo a punto de ser destruido. También en los años 60 el mundo vivió «La Era Espacial», cuando el hombre logra viajar al espacio, consiguiendo el máximo objetivo en Julio de 1969, con la llegada a la luna de los astronautas americanos, Neil Armstrong y Buzz Aldrin.

Actualmente vivimos la llamada «Era Digital», que comienza a evolucionar en los años setenta. Antes solo los ricos y los nobles se podían dar el lujo de tener a mano una biblioteca, para instruirse, pero a fines del siglo XX apareció el «Internet», un medio a través del cual toda la información del mundo se hace accesible rápida y fácilmente; no solo a través de un PC, sino también de una pequeña computadora que cabe cómodamente en un bolsillo, el celular, que inicialmente fue solo un teléfono, pero ahora incluye además internet, cámara fotográfica, calculadora, grabadora, GPS, radio, música y centenares de aplicaciones más; algo que no se soñaba hace unas pocas décadas. Los más grandes protagonistas de la actual era son todos estadounidenses: Steve Jobs, fundador de la «Apple Computer Co.», Bill Gates, fundador de «Microsoft”, y Larry Page y Serguéi Brin, creadores del famoso buscador Google.

LAS LETRAS

La literatura griega inicia este arte en nuestro mundo occidental y su mayor representante es Homero, que en el siglo VII a.C. creó las dos más famosas obras de ese periodo: «La Ilíada», que narra los acontecimientos ocurridos en la Guerra de Troya (aprox. 1250 a.C.) y «La Odisea», que narra el regreso a casa del rey de Ítaca, Odiseo, al finalizar la dicha guerra. Al conquistar Grecia los romanos hicieron suya su cultura y tradiciones. Homero influyó grandemente en escritores romanos, como Catón, Virgilio, Horacio y Cicerón.

Rapto de Elena, en La Iliada

Después de la caída del Imperio Romano de Occidente (473 d.C.), muchos escritos de la literatura clásica se salvan al ser conservados en grandes bibliotecas, como la de Constantinopla, y en los monasterios, donde los frailes se dedicaron a preservar y traducir los antiguos manuscritos. Durante la mayor parte de la edad media, la literatura se limitó a escritos religiosos y poemas caballerescos, como el del “El Mío Cid” en España, “La Canción de Rolando” en Francia y los relatos de “El Rey Arturo” en Inglaterra. En 1320, en Italia, Dante Alighieri termina su «Divina Comedia» y hacia 1350 Petrarca escribe el «Cancionero».

Dante Alighieri

Dante Alighieri

A partir del siglo XVI la literatura renace en toda Europa y mencionamos los escritores que más peso ejercieron en el humanismo de sus tiempos: Miguel de Cervantes (1547-1616), español, autor de «Don Quijote»; William Shakespeare (1564-1616), inglés, autor de «Hamlet» y «Otelo»; Molliere (1622-1673), francés, autor de «Tartufo» y «El Avaro».

Un detalle: Cervantes y Shakespeare, siendo cada uno los más altos exponentes de la literatura hispana e inglesa, murieron exactamente el mismo día, el 23 de Abril de 1616.

La literatura moderna: Comienza en 1789, con «La Revolución Francesa», usualmente se divide su desarrollo en los siguientes periodos:

El Romanticismo: Se inicia en Alemania fines del siglo XVIII y comienzos del XIX y se extiende por toda Europa. Manifiesta, sobre todo, los sentimientos y emociones y toma la libertad como causa suprema, por lo que no es raro que muchas causas independentistas se originaran en esos años. Entre los escritores románticos se encuentran los alemanes Goethe y Schiller; los ingleses Keats, Shelley, Byron, y Jane Austen; los franceses Chateaubriand y Víctor Hugo y los italianos Manzoni y Leopardi.

El Realismo: Es el siguiente movimiento, que llegó a mediados del siglo XIX como una reacción a los excesos románticos. Sus características son la documentación y las descripciones puntuales y minuciosas. Dickens, Dostoievski, Emil Zola y Flaubert son algunos de sus autores más representativos. Una tendencia del realismo fue la «Literatura de Evasión», que apareció a fines del siglo XIX, con novelas de aventuras como «El Conde de Montecristo» o los «Tres Mosqueteros» de Alejandro Dumas y la saga de «El Corsario Negro» de Emilio Salgari. Con Julio Verne se inició la «Ciencia Ficción» y luego llegaron las novelas policíacas, como el ciclo de Sherlock Holmes de Conan Doyle.   

Alejandro Dumas

El Vanguardismo: Vino después de la Primera guerra mundial y expresa las vivencias durante el período de entreguerras (1918-1939), escritores emblemáticos de este periodo son André Bretón, francés; Marinetti, italiano; y Hemingway, americano.

El Existencialismo: Se centra en el significado de la vida (la Existencia) y en la condición humana. Iniciado des pues de la segunda guerra mundial por filósofos franceses como Albert Camus (Premio Nobel de Literatura 1957), Jean Paul Sartre (premio Nobel de Literatura 1964) y la escritora Simone de Beauvoir (por cierto, pareja de Sartre)

Otro detalle: Sartre, que era comunista, rechazo el Premio Nobel, «por ser un premio burgués». Camus por su parte era anticomunista y tuvo serios enfrentamientos con Sartre.

Otro detalle: En su carta de rechazo al Nobel Sartre aludió a «los heroicos guerrilleros comunistas venezolanos» que luchaban contra el regimen de Romulo Betancourt»

Mencionamos ahora cinco escritores contemporáneos latinoamericanos, tres de ellos muy cercanos a nuestra Venezuela, y otros dos Venezolanos:

Gabriel García Márquez (El Gabo): Colombiano, muy identificado con el llamado «Realismo mágico», su obra más conocida es la novela «Cien años de soledad». Entre 1957 y 1959 vivió en Caracas y de esa época le quedó una profunda compenetración con nuestro país. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura, vestido con un «liquiliqui».

Mario Vargas Llosa: Peruano, uno de los más importantes novelistas y ensayistas actuales, entre sus obras están «La Fiesta del Chivo» y «Los Cachorros». Fue premiado con el «Príncipe de Asturias de las Letras» en 1986 y el Nobel de Literatura en el 2010.

Isabel Allende: Chilena, nacionalizada americana, miembro de la Academia de Artes y Letras de los Estados Unidos. Sus obras han sido traducidas a 35 idiomas, la venta total de sus libros alcanza a unos 70 millones de ejemplares. Vivió en Venezuela entre 1975 y 1988, donde escribió su obra más conocida «La casa de los espíritus».

Rómulo Gallegos: Escritor y político venezolano, autor de las novelas de tipo «criollista» «Doña Bárbara» y «Canaima», que fueron llevadas al cine en los años 40. En 1948 fue Presidente de Venezuela, siendo derrocado nueve meses más tarde, por un golpe militar.

Arturo Uslar Pietri: Novelista, historiador, productor de televisión y político venezolano. Ha sido considerado como uno de los intelectuales más importantes del país. Autor de la novela «Las Lanzas Coloradas». En 1990 se le otorgó el Premio «Príncipe de Asturias de las Letras» y fue condecorado con la Gran Cruz de la Legión de Honor, de Francia.

LAS ARTES

Arquitectura, escultura y pintura:

Comenzamos también por el arte griego, que tuvo un efecto profundo en la cultura occidental. Su máximo esplendor se desarrolla entre el 620 y 146 a.C. La arquitectura griega se define en tres órdenes: el «Dórico», “Jónico» y «Corintio” y muchos de sus templos y teatros se han preservado.

El Partenón, uno de los monumentos mas importantes de la civilización grecorromana.

Su pintura no tuvo mayor relevancia, pero la escultura alcanzó altos niveles y varios museos exhiben famosas estatuas, como los «Frisos del Partenón», de Fidias; el «Discóbolo», de Mirón; «La Venus de Milo», de Alejandro de Antioquia, todos ellos en mármol y los famosos «Guerreros de Riacce», hechos en bronce.

El discóbolo de Mirón

Las artes, llegadas desde Grecia, se continuaron en la antigua Roma (753a.C. al 1453 d.C.) y allí se hicieron importantes aportes a las mismas. Aún sobreviven innumerables esculturas e imponentes templos, plazas, baños termales y edificios públicos como el Coliseo y el Panteón en Roma y el acueducto de Segovia. En el 473 d.C, a la caída del imperio romano de occidente, y durante los siguientes mil años, todas las artes decaen. A finales de la edad media florece en toda Europa el arte gótico; muestras de este estilo en arquitectura son las enormes catedrales góticas, con sus esculturas y vitrales, entre ellas se mencionan la de Notre Dame en Paris, la de Westminster en Londres y la de Santa María del Fiore en Florencia. Entre los grandes pintores de este periodo están los italianos Giotto y Duccio y los flamencos Van Eyck y El Bosco.

El Renacimiento: Se inicia en Italia durante el siglo XVI cuando figuran artistas como los escultores Ghiberti y Donatello, los pintores Botticelli y Rafael de Sanzio y el arquitecto Brunelleschi. Otro arquitecto que sobresale en este periodo es Andrea Palladio que utilizo las formas de la arquitectura romana aplicándola a su tiempo. Pero los más grandes exponentes de este periodo son dos genios polifacéticos, uno de ellos, Leonardo Da Vinci, que pintó varias de las obras pictóricas más famosas del mundo como la «Mona Lisa» y «La Ultima cena”, dejó también dibujos sobre la anatomía humana que corrigieron numerosas inexactitudes de su época y diseños exactos que fueron el primer paso para la creación de los aviones, helicópteros, tanques de guerra, desarrollos urbanísticos etc. El otro es un contemporáneo de Leonardo, Miguel Ángel Buonarroti, autor de famosísimas esculturas como «El Moisés», «El David» y «La Piedad», es conocido también por sus grandes pinturas como las hechas en la bóveda y el ábside de la Capilla Sixtina, en Roma. Pero también sobresale por sus obras arquitectónicas, entre las cuales mencionamos la «Cúpula de la Basílica de San Pedro» en el Vaticano; y la «Plaza del Capitolio» de Roma.

La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci

Un detalle: El estilo de Palladio influyó notablemente en la arquitectura neoclásica, que se ha reproducido en centenares de edificaciones en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos e Inglaterra. El capitolio Nacional de Caracas copia este estilo.

El Barroco: Fue un estilo que dominó el arte en toda Europa en el siglo XVII y parte del XVIII, expresaba la emotividad y exuberancia. Se inicia en Italia, donde figuran el pintor Caravaggio, el escultor Bernini, y el arquitecto Borromini. Otros grandes maestros de este periodo fueron los españoles Velásquez y Zurbarán, los belgas Rubens y Van Dyck, el holandés Rembrandt y los arquitectos ingleses Wren y Vanbrugh. El estilo «Rococó» es una evolución del barroco (de ahí su nombre), y se desarrolló entre 1730 y 1760.   

 Otro detalle: Siguiendo la tradición barroca, el más importante pintor colonial venezolano, Juan Pedro López, trabajó en Caracas en la segunda mitad del siglo XVIII. Entre sus obras destaca «Nuestra Señora de la Concepción», en la Catedral de Caracas.

Otro detalle: Juan Pedro Lopez era abuelo de Andrés Bello.

El Neoclasicismo: Las excavaciones en Pompeya y Herculano, a mediados del siglo XVIII, despertaron en Europa una nueva fascinación por el gusto grecorromano, lo que originó el llamado estilo «Neoclásico», que perduró hasta finales del siglo XIX y que dio lugar a una arquitectura  monumental que reproducía los antiguos templos griegos. En este estilo se pueden citar los pintores franceses David e Ingres y el escultor italiano Canova.     

Otro detalle: Queriendo romper con su pasado colonial los Estados Unidos adoptaron el estilo neoclásico, especialmente en la arquitectura, con muchas obras, entre ellas El Capitolio y la Casa Blanca de la ciudad de Washington, La Universidad de Virginia, y Monticello (la residencia de Thomas Jefferson). Por las mismas razones el Presidente venezolano, Guzman Blanco, erigió en Caracas varios edificaciones en este mismo estilo, como son el Capitolio Nacional y el Teatro Guzman Blanco (hoy Teatro Municipal)

El Arte Contemporáneo: Hasta mediados del siglo XIX dominó en Europa el llamado “Estilo Académico” que seguía los preceptos de la pintura tradicional, pero, a partir de 1863, se inicia en París una revolución: Édouard Manet sorprendió al exponer su obra «Almuerzo sobre la hierba», que exhibía a una mujer desnuda almorzando con dos hombres vestidos, lo que ofendía a la moralidad de la época y en 1874 Claude Monet, con su cuadro «Impresión, sol naciente», en el mismo estilo, le dio el nombre a ese nuevo movimiento “El Impresionismo», que entusiasmó a los pintores jóvenes, ya que daba la espalda a los cánones tradicionales. Renoir, Cezanne, Degas, Pissarro y el escultor Rodin destacan en este estilo, que se enfrentó con el academicismo y perduró hasta principios del siglo XX.

Otro detalle: Arturo Michelena, fue un pintor venezolano que en 1885 fue becado para estudiar en Paris, y entre los dos estilos en conflicto escogió el académico. Su primer éxito se dio allí, en 1887, en «Le Salón des Artistes Français» con su lienzo «El niño enfermo», que fue premiado con la Medalla de Oro en segunda clase. En 1889 Michelena obtiene el mayor honor dado por esa academia, la Medalla de Oro en primera clase, por su cuadro «Carlota Corday». En Venezuela es más conocido por su obra «Miranda en la Carraca».

La «Impresión sol naciente», cuadro de Monet, que da nombre al estilo impresionista

Por esos mismos años, en la arquitectura, se inició una tendencia llamada «Eclecticismo”, que se prolongó hasta 1920, mezclando diferentes estilos de ese arte. Luego llegó el «Art Déco», un movimiento de arquitectura popular que duró hasta 1950.

Hubieron también otras corrientes en la pintura y escultura, que evolucionaron del impresionismo: El “fauvismo”, el «dadaísmo», el “cubismo” y el “surrealismo”, iniciadas por Matisse, Miró, Picasso, Braque, Giacometti, Dalí y el escultor Calder, que condujeron al arte moderno actual, cuyos protagonistas aún están por definirse.

LA MUSICA:

En la antigua Grecia aparecen los «bardos» o «aedos», que, acompañados de una lira, vagan de pueblo en pueblo. En la mitología griega se cita un personaje, «Orfeo» (del cual deriva la palabra «orfeón»), que con su música enamoró a su esposa «Eurídice» y logró dormir al terrible perro de tres cabezas, «Cerbero», el guardián de los infiernos.

A principios del siglo X, en los monasterios, se entonaban los «Cantos Gregorianos» y para enseñarlos, Guido de Arezzo, un monje benedictino italiano, creó el «pentagrama» y las notas musicales, el llamado «solfeo”, una innovación que logró que las melodías pudieran escribirse y transmitirse fácilmente, a cualquier lugar y de generación en generación. En el siglo XV aparece la llamada «Música Clásica», que se divide en varios periodos:

La Música Renacentista: Que se desarrolla principalmente en Italia, en el siglo XV, fue una evolución de los cantos gregorianos y entre los compositores más destacados de esta etapa se hallan Giovanni di Palestrina y Orlando di Lasso.

El Barroco: Es el periodo musical que domina a Europa durante todo el siglo XVII y primera mitad del XVIII, comienza en Italia y los más importantes compositores del  periodo serían los italianos Monteverdi, Vivaldi y Scarlatti y los alemanes Bach y Handel.             

Guido de Arezzo, creador de las notas musicales

Un detalleHandel, tomó la nacionalidad inglesa, fundó la «Royal Academy of Music» e hizo el actual himno de Inglaterra. Nadie es profeta en su tierra.

El Clasicismo: Se inicia alrededor de 1750, y durará hasta principios del siglo XIX. Aquí se produce un gran cambio: El mundo germánico supera a Italia como la mayor potencia musical. Sus máximos exponentes son el alemán Bach y los austríacos Mozart y Haydn.

El Romanticismo: Se da en el siglo XIX, a través de compositores como son: Los alemanes Beethoven, Richard Wagner, Mendelssohn y Brahms; los austriacos Franz Schubert y Johann Strauss (padre e hijo); el húngaro Liszt; y el polaco Chopin.                                          

Otro detalle: En este estilo sobresale una venezolana, Teresa Carreño, la mejor  pianista mujer de sus tiempos y además compositora. Nació en Caracas en 1853. Cuando tenía 9 años, su familia se trasladó a Nueva York, a esa edad debutó como solista con la Orquesta Filarmónica de Boston y a los diez años tocó en la Casa Blanca para el Presidente Abraham Lincoln. En 1866 viajo a Paris, donde se presentó en varios conciertos, luego se residenció en Alemania, donde fue solista de la Orquesta Filarmónica de Berlín.

Wolfgang Amadeus Mozart

Citamos ahora a otros dos músicos venezolanos, grandes a nivel mundial: Gustavo Dudamel, con apenas 33 años fue director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y director honorario de La Gotemburgo Symphony de Suecia. Actualmente es el director de la ópera de Paris. Mencionamos también a José Antonio Abreu, creador del «Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles e Infantiles de Venezuela», imitado en muchos países.

Teresa Carreño

Algunos detalles adicionales sobre la música clásica:

La música de cámara, es aquella compuesta para un  grupo de pocos instrumentos,  (entre 2 y 20 ejecutantes), y por lo tanto puede ser tocada en una sala de reducidas dimensiones y para una pequeña audiencia. Entre los siglos XVI y XIX la nobleza o la alta burguesía, eran los patrocinadores de los compositores del momento. Así, muchas de las obras maestras de la música fueron compuestas para ser presentadas en las residencias particulares de esos ricos personajes.

La música Sinfónica: A partir del siglo XVIII casi todos los grandes compositores clásicos hicieron música sinfónica, que se diferencia de la de cámara en que es ejecutada por una orquesta (entre 60 y 100 músicos) y es interpretada únicamente en teatros. Se dice que la Orquesta sinfónica es un instrumento colectivo, y quien lo toca es su director.

La Opera: Es un género musical diferente. Tienes sus orígenes en el renacimiento como una reconstrucción o renovación de la tragedia griega, que tenía teatro canto y música. La primera ópera,  «Orfeo», fue compuesta en Florencia, por Monteverdien el año de 1607. La ópera evoluciona en el siglo XVIII, con los compositores italianos Vivaldi, Scarlatti y Porpora, seguidos por un brillante autor, el austríaco Mozart, entre sus óperas citamos «Las Bodas de Fígaro», «Don Giovanni», «Cosi fan tutte»  y «La flauta mágica».                                   

Un último detalle: En 1677 el Papa Inocencio XI, ordenó que las mujeres no podían cantar en las Iglesias y teatros, y así, se recurrió a los «castrati», niños cantores a los que se le habían extirpado los testículos para que al crecer mantuvieran una voz femenina. Durante un siglo los «castrati» fueron estrellas de la ópera, entre ellos el famoso Farinelli, hasta que en 1772 el Papa Clemente XIV permitió cantar a las mujeres y prohibió la castración

El «Bel Canto» es otra evolución en la opera que floreció a principios del siglo XIX, iniciada por los italianos Rossini, Bellini y Donizetti y el francés Bizet. Alcanzó su más alto nivel a fines de ese siglo con el gran Giuseppe Verdi, italiano, autor de «Rigoletto», «La Traviata», «Tosca» y muchas otras. «El sinfonismo» fue otra tendencia, también iniciada a fines del siglo XIX por el alemán Richard Wagner, creador de «Parsifal» y «Tristán e Isolda». Y a principios del siglo XX, Giacomo Puccini, también italiano, fundió el Bel canto con el sinfonismo, entre sus obras mencionamos «La Boheme» y «Turandot».

Los más grandes intérpretes de la opera moderna han sido Enrico Caruso (italiano), María Callas (griega), Jussi Bjorling (sueco), Luciano Pavarotti y Andrea Bocelli (italianos), los españoles Placido Domingo, José Carreras y Monserrat Caballé y el peruano Juan Diego Florez

LA FILOSOFÍA

Y como todas las demás áreas que se señalan en esta crónica, la filosofía también se inicia desde el siglo VII a.C. en la Grecia antigua. De hecho, esta palabra, utilizada por primera vez por Pitágoras,  deriva de dos expresiones griegas, «Filo»: Amor, y «Sofía»: Sabiduría; o amor a la sabiduría. La filosofía nos permite analizar y reflexionar sobre la realidad  que nos rodea. En la Grecia clásica, Atenas se convirtió en un centro filosófico muy importante, por primera vez se cuestionó la «mitología» (religión) y el interés se centró en el hombre y su lugar en la sociedad. Pitágoras, Sócrates, Platón y Aristóteles plantearon cuestiones básicas y éstas son, en gran medida, las mismas preguntas filosóficas con las que aun lidiamos, entre muchas: La teología, ética, economía, política, oligarquía, aristocracia, demagogia, tiranía y democracia, todas ellas palabras que tienen un origen griego antiguo.

Pitagoras

Desde  la caída del Imperio Romano, en el año 473 y hasta el siglo XVI, no se hizo filosofía, durante esos mil años la población seguía fielmente los mandatos de la iglesia y de los reyes, que se creía eran elegidos por la providencia; todo quedaba en manos de Dios, nada se cuestionaba, este era un mundo temporal, de pasaje al cielo o al infierno, pero el cielo podía lograrse para toda la eternidad si se seguían las leyes del altísimo. A partir del renacimiento comienzan a aparecer centenares de filósofos famosos, pero teniendo solo un par de páginas disponibles mencionamos acá unos pocos, cuyas ideas cambiaron la historia:

Nicolás Maquiavelo: Político y filósofo italiano. En 1515 escribió «El Príncipe», que enseña a un líder cómo lograr «el poder» y cómo conservarlo, usando para ello cualquier medio que sea necesario; pero haciendo a la vez el papel de una persona justa y compasiva. Su ideal de gobierno era  la república (aristocrática) de la Roma antigua. El nombre de Maquiavelo se ha convertido hoy en un sinónimo de represión, astucia y cinismo, sin embargo, hasta el día de hoy, muchos líderes políticos se han servido de sus enseñanzas.

René Descartes: Francés, llamado el padre de la filosofía moderna e iniciador del «racionalismo», que ubica a la razón como fuente del conocimiento. En 1637 escribe su «Método del Dialogo» donde afirma que es necesario dudar, para que la conciencia sea libre: «Si yo dudo es porque pienso, luego existo» (cogito, ergo sum) y así pone en duda toda la ideología medioeval que estaba basada en la religión. Afirma que la civilización nos condiciona, imponiéndonos un dogma dictado por el poder (la iglesia y los reyes). Descartes sitúa al hombre como centro de todo: “No hay libertad si no hay un hombre crítico». Su pensamiento influyó en los filósofos del iluminismo del siglo XVIII.  

Un detalle: Descartes fue perseguido por la inquisición, por lo que debió huir de Francia.

La filosofía Iluminista: Aparece en Francia entre los años 1751 y 1772, expresada por los pensadores Voltaire, Diderot, D’Alembert y Rousseau. El iluminismo también toma como base «la razón»: Nuestra razón nos dice que el mundo eclesiástico y monárquico que se ejerce por derecho divino ya no es válido, el centro del mundo es el hombre y lo importante son los derechos del hombre. Los iluministas revelan la injusticia social del momento, enardecen a las masas (la llamada «conciencia crítica») y así estalla la Revolución Francesa. La «burguesía» (comerciantes y clase media) toma el poder que tenía la nobleza, guillotina al rey y crea una república. En adelante el mundo occidental cambiaria totalmente.

Adam Smith: Filósofo y economista escocés, considerado el fundador del capitalismo. En su libro “La riqueza de las naciones”, de 1776, expone que el punto básico de la actividad económica es el afán de lucro: «El hombre emplea su capital solo en su propio provecho y al hacerlo favorece a la sociedad”. En su célebre postulado sobre de «la división del trabajo» destaca la importancia de las fábricas, que aumentan la producción, aumentando los sueldos de los obreros abaratándolos precios al consumidor; pero para montar una fábrica se necesita una inversión en capital y un beneficio para el inversor. Fue un defensor a ultranza de la libre empresa y usó la frase del «laissez faire» (dejar hacer) que significa libre mercado, libre manufactura, bajos impuestos una mínima intervención del estado. Sus postulados aun rigen la economía de casi todo el globo.

Karl Marx, (1818- 1883): Toma como base la «materia» (realidad): «La burguesía tomó el poder con la revolución francesa e inició luego la revolución industrial, donde apareció otra clase social, «el proletariado», que la burguesía puso a trabajar en su beneficio. Pero el proletario enterrará al burgués creará una nueva sociedad sin clases y sin la explotación del hombre por el hombre.  Marx se declara anticlerical y dicta la famosa frase: «La religión es el opio de los pueblos», o sea, la religión atonta al pueblo para someterlo.

Otro detalle: En su «Manifiesto Comunista» Marx exalta a las masas a aniquilar al capitalismo para instaurar el comunismo, lo que sucedió en varios países. Pero al final, el comunismo no enterró al capitalismo, pasó lo contrario: Hoy en día Rusia, los países del este de Europa y hasta la misma China (que tiene un gobierno comunista) buscan desarrollarse a través de la libre empresa.

Friedrich Nietzsche (1844-1900):  Como Maquiavelo sostenía que todo acto o proyecto humano esta motivado por la «Voluntad de poder» y afirma que todo ser humano tiene la posibilidad de superar la inmadurez para caminar hacia una autonomía ética. En cuanto al sujeto (al hombre) se vio influenciado por la teoría de la evolución del naturalista Charles Darwin que destaca la supervivencia del mas apto. Nietzsche ejerció mucha influencia sobre la ideología nazista que se apropió de la mayoría de sus conceptos para adecuarlos a su propia doctrina, alabando la superioridad de la raza aria y la grandeza militar de Alemania, que tiene derecho a un «espacio vital» (territorios) que se deben tomar por la fuerza. Entre 1890 y 1945 existió en Alemania un culto a Nietzsche, lo que promovió la primera y la segunda guerra mundial. Y Hitler fue su ferviente admirador.  

Un último detalle: En 1889 Nietzsche se volvió loco y fue internado en un manicomio.

Por francisco

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