La historia: Entre Diciembre de 1902 y Febrero de 1903 Alemania, Inglaterra y luego Italia, enviaron buques de guerra a Venezuela y bloquearon sus puertos exigiendo el pago de la deuda que tenía el país con ellos, exigían además retribuciones por los daños causados a sus súbditos durante las revoluciones internas.
Era cierto que Venezuela, un país atrasado y con constantes guerras internas estaba insolvente con sus deudas, pero también era cierto que detrás de estos pretextos estaba el deseo de esas naciones de establecer nuevos enclaves coloniales. Inglaterra ambicionaba apoderarse de las bocas del Orinoco para completar sus estratégicas posesiones de la Guayana Británica y Trinidad. Alemania por su parte estaba interesada en el Zulia o en la isla de Margarita. Ambas regiones eran lo que los alemanes definían como un “hinterland”, un lugar ideal para asentar zonas económicas y bases navales. A principios de siglo Alemania, guiada por su Káiser Guillermo II, surgía como una gran potencia, había logrado establecer colonias en África y Asia, pero necesitaba territorios en el Caribe, que era y es aun, un punto estratégico de primer orden.
El 9 de Diciembre de 1902 quince buques de guerra ingleses y alemanes capturan los navíos de la armada venezolana y desembarcan tropas en La Guaira. El Presidente Cipriano Castro se pone en pie de guerra, publica una alocución patriótica con la famosa frase: “Compatriotas, la planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria”. El país lleno de fervor patriótico se prepara a combatir a los invasores. El 13 de Diciembre fuerzas venezolanas abordan el barco mercante británico «Topace» y apresan a su tripulación. En respuesta, los buques ingleses bombardean Puerto Cabello.
El 17 de Enero de 1903 el crucero alemán “Panther” intentó bloquear a Maracaibo y mientras atravesaba el paso de “la barra”, la fortaleza de San Carlos lo cañoneó, con cañones Krupp, paradójicamente hechos en Alemania, que lograron causar daños de consideración al Panther, por lo que este debió retirarse. Esta victoria inicial fue celebrada en el país, pero tres días más tarde los alemanes tomaron represalia y bombardearon la fortaleza y el pueblo de San Carlos, causando 25 muertos.
La desafiante actitud venezolana ante las potencias europeas, le ganó el respaldo de varios países,Argentina se pronunció contra el cobro a la fuerza de la deuda y el Perú denunció una agresión. Este apoyo latinoamericano, dio pie para que los Estados Unidos intervinieran a favor de Venezuela invocando la doctrina Monroe (América para los americanos). Finalmente, Alemania e Inglaterra aceptaron la mediación americana y tras enrevesadas negociaciones diplomáticas se firmaron los “Protocolos de Washington”. Las deudas fueron reducidas a una quinta parte y Venezuela aceptó cancelarlas en un plazo convenido.
Un detalle: La agresión europea y la alocución patriótica de Cipriano Castro provocaron en el país una ola de entusiasmo colectivo y en pocos días más de 5.000 voluntarios se presentaron para alistarse en las milicias, para la defensa de la patria. Entre ellos, curiosamente, estaba un gran pacifista, el Dr. José Gregorio Hernández, de 38 años, como consta en la correspondiente boleta de inscripción del 11 de Diciembre del 1902.
Otro detalle: Cuando Alemania e Inglaterra estaban a punto de llevar fuerzas permanentes a Venezuela, el Presidente de los Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, les advirtió que si el bloqueo no se suspendía y se aceptaba un arbitraje, se enviaría a la flota americana en apoyo a Venezuela, lo que equivalía a una declaración de guerra. Roosevelt dió además un ultimátum de diez días para responder. La marina de Estados Unidos era entonces muy poderosa, apenas tres años antes había destruido la flota de España y le había arrebatado sus colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Además, en el caso de un conflicto, se esperaba que los venezolanos defendieran palmo a palmo su territorio y los americanos, que estaban dispuestos a apoyarlos estarían muy cerca del teatro de operaciones, mientras que Inglaterra y Alemania debían transportar los hombres y materiales desde el otro lado del océano. Al final los europeos cedieron.
Un último detalle: Nueve años más tarde, en 1911, el crucero alemán Panther, el mismo que resultó dañado por la artillería venezolana, se volvió muy famoso en Alemania. Fue enviado al Marruecos Francés, adonde habían estallado desordenes civiles. Se dijo que con el fin de “Proteger las vidas y propiedades alemanas”, pero el verdadero motivo era presionar a Francia para que diera a Alemania un trozo de ese territorio. Esta acción fue conocida en Alemania como “el salto de la pantera”.
Cipriano Castro, Presidente de Venezuela Teodoro Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos
Fuentes
- Erasmo Gómez. “Historia Estructural contemporánea de Venezuela”. Lies, 1974
- Bill Fawcett. «Oval Office Oddities». Harper Collins Eds. 2008
- Lawrence Wilson. “Káiser Guillermo II”. Ediciones Grijal