La Historia: Nace en Ferrara, Italia, el 6 de junio de 1896, hijo de Camillo Balbo y de Malvina Zuffi. Realizó sus estudios en la Universidad de Florencia y luego en el Instituto de Ciencias Sociales de Roma. Durante la primera guerra mundial ingresó en el 8º Regimiento Alpino, siendo ascendido a capitán por méritos de guerra y condecorado tres veces por su valor. Cuando termina la guerra, en 1918, ingresa en el movimiento fascista de Benito Mussolini, llegando a ser secretario de la federación fascista de Ferrara. En 1922 participó en la llamada “Marcha sobre Roma”, cuando Mussolini obtuvo el gobierno de Italia con el apoyo del rey Víctor Manuel III.
Ese mismo año entra en la Fuerza Aérea Italiana donde recibe su licencia de piloto, y en 1929, con tan sólo 33 años, fue nombrado Ministro de la Aviación. Durante su ministerio planificó y llevó a cabo una serie de vuelos a larga distancia, lo queel gobierno de Mussolini consideraba que era una forma de dar a conocer la tecnología italiana en el mundo.
La más importante de estas expediciones se inició el 1 de Julio de 1933, cuando comandó el vuelo de 24 hidroaviones “Savoia-Marchetti S.55A” desde Italia a los Estados Unidos. En Chicago, el alcalde de la ciudad y el gobernador del estado de Illinois dispensaron a Balbo y a sus 100 tripulantes una bienvenida triunfal. El vuelo de regreso prosiguió por Nueva York, donde fue organizado un gran desfile en su honor, y fueron aclamados por una gran multitud. Regresan a Roma el 19 de Agosto y al día siguiente Benito Mussolini nombra a Balbo Mariscal del Aire.
En vista de que su popularidad crecía en todo el mundo (hasta llegar a aparecer en la portada de la revista Time), Mussolini, que no aceptaba que nadie lo opacara, en 1933 decidió alejarlo, nombrándolo Gobernador de Libia, una colonia italiana en África. Allí dirigió proyectos de obras públicas, construcciones y manejó una política de integración con la población musulmana
Sin embargo, con el paso del tiempo fue percatándose de los perjuicios que le ocasionaba a Italia el régimen fascista, y en Septiembre de 1939, en una visita a Roma, expresó repetidamente su descontento y preocupación por la alianza militar a la que se había llegado con la Alemania Nazi, manifestó también su oposición a la promulgación de las leyes raciales en el país y trató de impedir la intervención de Italia en la Segunda Guerra Mundial.
En 1940 Italia entra en guerra del lado de Alemania y fuerzas británicas invaden los territorios italianos en África. Balbo, como gobernador de Libia, realizaba inspecciones regulares en los frentes de batalla, y el 28 de Junio de 1940, a su regreso de una de esos reconocimientos la artillería antiaérea italiana confundió su avión con uno inglés, y lo derribó, causando su muerte.
Un detalle: Durante el vuelo de Balbo a los Estados Unidos, la 7ma Avenida de la ciudad de Chicago fue nombrada en su honor “Balbo Avenue” (que aun existe) y Los indios Sioux presentes en la exposición de Chicago, lo nombraron jefe indio, con el nombre de “Águila Volante”. También en dicho viaje se le asignó su nombre a una avenida de Nueva York.
Otro detalle: La viuda de Balbo, Emanuela Florio, siempre sostuvo que la muerte de su esposo se trató de un asesinato ordenado por Mussolini. Esta acusación pudiera ser sustentada por un comentario que el mismo Mussolini hizo en 1943: “Balbo era un gran aviador, pero un autentico revolucionario, que habría sido capaz de matarme”.
Otro detalle: Los restos de Ítalo Balbo fueron enterrados a las afueras de Trípoli (capital de Libia) el 4 de Julio de 1940 y en 1970 fueron trasladados a Italia por su familia, después de que Muhammad Gaddafi, el dictador de ese país, amenazó con desenterrar los cementerios italianos.
Un último detalle: A pesar de sus meritos y logros, recientemente el Ministerio de Defensa de Italia ordenó la retirada de su nombre de uno de los aviones de la flota del estado, usado por los mandatarios y ministros; porque Balbo había pertenecido al régimen de Mussolini.
Fuentes
- Giordano Bruno Guerri, “Italo Balbo”. Mondadori Editori, 1998
- Claudio G. Segre. “Italo Balbo – Una vita fascista”. Ed. Il Mulino, 2000
- Indro Montanelli – Mario Cervi. “L’Italia del Novecento”. Ed. Rizzoli, 1998
