Por Francisco Cupello

Si bien es cierto que la historia de la civilización occidental está llena de guerras, opresiones barbaries y tragedias, es también cierto que la misma ha dejado un muy rico legado a la humanidad, como son las ciencias, las artes, la literatura, la música, la filosofía, el estado de derecho, el capitalismo, la democracia etc. Aportes que se han diseminado mucho más allá de las fronteras geográficas de occidente y son ahora reconocidos como valores universales.                                                                              

Con el fin de comprender mejor como se desarrollaron estos eventos, los mismos que vivieron los personajes que acá presentamos, es apropiado incluir esta breve cronología de nuestra civilización. No es posible condensar más de 3.000 años de historia en unas cuantas páginas, pero al menos se reseñan los acontecimientos más importantes de todos estos siglos, mayormente aquellos que cambiaron el curso de la historia del mundo.

HISTORIA Y POLÍTICA

Entre la guerra y la paz

Grecia: En la antigua Grecia (del 1246 al 146 a.C.), nació nuestra civilización occidental, específicamente en la isla de Creta, en la llamada “civilización cretense o minoica” que luego se expandió a través de la cuenca mediterránea. El poder político de esta región recaía en la «aristocracia», del griego «aristos»: Excelencia y «Kratos»: Poder. Pensadores como Platón y Cicerón, veían en ella el mejor sistema de gobierno, ya que era liderado por una élite que por su cultura se separaba del «vulgo» o la masa inculta del pueblo. Pero luego, el gran político y orador, Pericles, usó otra táctica para obtener el poder, el “populismo”, con el cual conquistó el apoyo de las masas. Entre los siglos V y IV a.C. habían en Grecia dos grandes ciudades-estado independientes: Esparta, que se regía por un sistema militar y Atenas, donde se consolidó la llamada “democracia”, que en griego significa “gobierno del pueblo”. Ambas potencias guerreaban entre sí para lograr el predominio en la región, pero en el 492 a.C. se unieron para luchar contra la invasión del Imperio Persa, al que derrotaron definitivamente en la batallas de “Maratón”(490 a.C.), “Termopilas”(480 a.C.) y “Platea” (479 a.C.), salvando así a la civilización occidental. En el 405 a.C. todo cambió drásticamente: Esparta finalmente vence a Atenas en la larga Guerra del Peloponeso e imponen allí  un gobierno títere donde la democracia es abolida. Los griegos establecieron numerosas colonias en la Italia meridional y en Asia menor, y durante el llamado «Período helenístico»(335–323 a. C.) Alejandro Magno, rey de Macedonia, consolidó su hegemonía sobre todas las regiones de la antigua Grecia y en menos de 12 años forjó un imperio que se extendía desde Egipto hasta la India, y que se disgregó después de su muerte. Entre los más importantes aportes de la Grecia antigua a la civilización occidental se pueden mencionar: La democracia, las artes (arquitectura y escultura), la filosofía, la educación, las matemáticas y los juegos olímpicos.

Roma: En el año 753 a.C. se funda la ciudad de Roma, cuyos gobernantes seguirán una política expansionista que la convertirán en uno de los más grandes imperios de la historia. Entre el 264 y el 146 a.C. En las llamadas guerras púnicas, Roma derrota a Cartago, conquistando todas sus posesiones del Mediterráneo. También en el 146 a.C conquista a Grecia, recibiendo de ella su gran cultura, que luego engrandecería. Durante la «República Romana», donde se ejercía la democracia, los aristócratas gobernaban través del “Senado”, pero en los 60 a.C. Julio Cesar, un genio militar y político, uso la táctica “populista” (ya utilizada por Pericles en el siglo V a.C.) de proteger a «las clases bajas», la gran mayoría de la población; y así obtiene el poder, se convierte en dictador e intenta nombrarse rey, pero es asesinado por un grupo de senadores que temían perder la república. Su hijo adoptivo, Octavio Augusto, toma el poder después de una cruenta guerra civil, y será el primer emperador del Imperio Romano. Durante los siguientes 1500 años los gobernantes romanos seguirán una nueva política: La populista, del «pan y circo», para agradar y apaciguar a las masas. Con el fin de asegurar el sometimiento de todas sus provincias los romanos implementaron una enorme red de caminos que llegaban a todos los confines del imperio. Todas las ciudades romanas estaban provistas de grande plazas, templos, teatros, y agua potable. En el 30 d.C. En Galilea, una provincia romana, Jesucristo, inicia su mensaje religioso, dirigiéndolo también a las clases más bajas; se declara «Mesías» y hace milagros y sanaciones. El número de sus seguidores crecía constantemente, lo que alarmó a las autoridades judías y romanas, que preveían una insurrección popular. Al igual que Cesar, Cristo termino siendo asesinado, pero su mensaje continuó. Del 64 al 311 d.C., entre los reinados de los emperadores Nerón y Diocleciano,se realizaron “las persecuciones a los cristianos”, que sufrieron innumerables detenciones y martirios. En el 313 d.C. El emperador Constantino (llamado el grande), legaliza el cristianismo y en el 330 funda la ciudad de Constantinopla (actual Estambul), que luego será la capital del Imperio Romano de Oriente. En el 380 d.C., el emperador romano Teodosio declaró al cristianismo como la religión oficial de todo el imperio, que se extendía desde España al Golfo Pérsico y desde Egipto a Inglaterra y en el 395 d.C. El mismo Teodosio dividió su imperio entre sus dos hijos, surgiendo el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente. Los más grandes legados de la Roma antigua son: El Derecho Romano que rige la ley y el orden mundialmente, la red de caminos, acueductos, plazas, teatros, y el cristianismo.  

La Edad Media: En el año 473, a raíz de las invasiones de los “barbaros” (pueblos germánicos) el Imperio Romano de Occidente se derrumba  y se fragmenta en una multitud de pequeños estados. Comienza la «Edad Media» u «Oscurantismo», caracterizado por un estancamiento cultural y económico que durará más de mil años. Se combate constantemente para defenderse de las invasiones, bien sean externas (germánicas, eslavas, musulmanas, vikingas) o de los reinos vecinos que desean aumentar sus territorios. Nace entonces el régimen «feudal», donde los grandes señores, poseedores de castillos fortificados, dan protección y terrenos a los campesinos, a cambio de ello, estos últimos deben pagar impuestos y participar en las guerras cuando sea necesario. En el 622 comienza «La Hegira» cuando Mahoma dejó la Meca  y se trasladó a Medina y allí organizó una tropa de soldados que unificaron toda la península arábiga. Tras la muerte de Mahoma, en el 632 el islam tuvo una expansión sorprendente favorecida, por la debilidad del Imperio Romano de Oriente (tambien llamado Imperio Bizantino), y ocupó todo el norte de África, Irán, la parte meridional del Asia Central, el oeste de la India y la península ibérica. En el 711 los musulmanes, partiendo desde el norte de África, invaden a España y permanecerán allí por los siguientes 780 años. En el 732 los musulmanes intentan entrar a Francia desde España, pero son detenidos por Carlos Martel, evitando una invasión a Europa y preservando el cristianismo en el continente. En el 742, Carlomagno hizo un primer intento para instaurar un nuevo orden en Europa, pero en el año 814, su imperio colapsó. En el 962 los sajones, para resucitar el imperio carolingio, crean el Sacro Imperio Romano Germánico, que agrupaba los estados alemanes y que por casi un milenio sería una muy importante entidad europea. En 1066 el duque Guillermo de Normandía (Guillermo el conquistador) invade Inglaterra, derrota a los anglosajones en la batalla de Hastings, ciñéndose la corona de ese país. Entre 1096 y 1291 varios reyes europeos batallaron en las «Cruzadas» para  recuperar el control cristiano en Tierra Santa, que había caído en manos musulmanas, pero este objetivo al final no se logró. En 1224, los Caballeros Teutónicos (una orden religiosa-militar alemana), con el aval del Sacro imperio Romano Germánico y del Papa, invaden los países del Mar Báltico, que son cristianizados, estas conquistas dan origen al Reino de Prusia, que siglos más tarde se convertirá en una potencia que iniciará otra reunificación de Alemania. Entre 1347 y 1352, llega desde Asia la peste bubónica, una epidemia que acabó con un 50% de la población europea. Hacia 1440 Johannes Guttenberg crea la primera imprenta, iniciando así la comunicación masiva de conocimientos. El 25 de Mayo de 1453, Constantinopla, el último bastión del Imperio Romano de Oriente, fue tomada por los turcos otomanos, que cierran a Europa las antiguas rutas al lejano oriente y su rico comercio de especies, seda y piedras preciosas. En 1491 los reyes católicos de España conquistan la ciudad de Granada expulsando a los árabes de ese país y en 1492 financian la expedición de Colón, en busca una nueva ruta al Asia, pero en su lugar se descubre un nuevo mundo, y un nuevo destino para la cultura occidental. Este año marca también el final de la edad media.

Un detalle: La edad media es considerada en Europa como un periodo de atraso de más de mil años; pero en el mundo musulmán se le conoce como “La Edad de Oro”. Desde la caída del imperio romano muchos textos de la antigüedad clásica no  estuvieron disponibles a los europeos, sin embargo, muchos de ellos fueron conservados y utilizados por los musulmanes. Las contribuciones  islámicas a la civilizacion occidental, en el medioevo, fueron numerosas, abarcando áreas como el arte, la arquitectura, la medicina, la agricultura, la música etc. Estos conocimientos que se originaron de la ciencia antigua anticiparon el renacimiento.

El Renacimiento: Se sitúa entre 1492 y 1550. En este periodo se recuperan los conocimientos de la antigüedad y se hacen grandes progresos en las artes y ciencias. Se inicia en la ciudad de Florencia, en Italia, y se extiende luego a toda Europa. Son los tiempos de Botticelli, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Copérnico, de los grandes descubrimientos geográficos y de la conquista de América. En 1498 Vasco Da Gama descubre un camino a La India bordeando el sur de África, posibilitando así el comercio entre Europa y Asia, y más tarde la colonización europea en este continente. Por esos años España, con su rey Carlos I (o V del Imperio Romano Germánico) luchaba contra Francia por el predominio en Italia, pero al mismo tiempo creaba un imperio universal; exploradores como Hernán Cortes, Francisco Pizarro, Ponce de León y otros, habían conquistado para España una gran parte del norte, centro y sur de América y habían tomado posesión de las islas Filipinas. Son también los años de la Reforma protestante iniciada por Martin Lutero en 1517, y de la Contrarreforma católica de 1545, que originaron más de 100 años de guerras de religión.

La Edad moderna: Situada entre la mitad del siglo XVI y fines del siglo XVIII, por esos tiempos la totalidad de la población europea era profundamente religiosa y creía en el derecho divino de los reyes, que solo rendían cuentas ante Dios, lo que lleva al «absolutismo”, dónde el monarca, con el apoyo de la iglesia, tiene el poder total. Aparecen cuatro estratos sociales: Los nobles, aristócratas muy privilegiados que acaparan todos los altos puestos políticos y militares y no pagan impuestos; el clero, igualmente privilegiado, tampoco paga impuestos y controla toda la enseñanza; la burguesía, o comerciantes de los «burgos» (ciudades), que deben pagar impuestos; y en último lugar los campesinos, la mayor parte de la población, sumamente pobres, maltratados y agobiados por los impuestos.

En 1556 el Zar Iván IV (Iván el Terrible) completa la unificación de Rusia, una futura superpotencia. En 1565 y en 1571 Los turcos otomanos tratan de expandirse a Europa por el Mediterráneo, pero son vencidos en el «Sitio de Malta» y en la «Batalla de Lepanto». En el 1572 ocurre “La matanza de San Bartolomé” cuando en la ciudad de Paris más de tres mil protestantes fueron masacrados. En 1588 el Rey español Felipe II intenta invadir Inglaterra con la llamada, “Armada invencible”, pero la empresa fracasa, convirtiendo a Inglaterra en una potencia naval, que establece nuevas colonias en el norte de América. En 1589 el rey Enrique III de Navarra, hereda el trono de Francia, renuncia a la religión protestante, se convierte al catolicismo y pasa a llamarse Enrique IV de Francia, el primer rey Borbón en ese país.

En 1648 finalizan las guerras de contrarreforma y el cristianismo en Europa queda dividido en dos ideologías, al norte el protestantismo y al sur el catolicismo. En 1683 los turcos al mando del Visir Kara Mustafá sitian la ciudad de Viena, en un último intento para islamizar a Europa, pero fueron derrotados por las fuerzas europeas en Kahlenberg. En 1700 muere, sin herederos, el rey Carlos II, el último representante de la casa de Habsburgo en España y se inicia la “Guerra de sucesión española” que termina reafirmando allí el poder de la dinastía “Borbón”, que ha reinado en España hasta en nuestros días.

A inicios del siglo XVIII aparece el «Iluminismo» o «Ilustración», con nuevas ideas expresadas por intelectuales como Voltaire, Diderot, Montesquieu y Rousseau, para ellos los dogmas eclesiásticos y el derecho divino de los reyes no son verdades incuestionables, reclaman la opresión que se ejerce sobre el más bajo estrato social, “el pueblo”, e incitan a la libertad, igualdad y fraternidad. Las clases gobernantes, se ven amenazadas y prohíben estos libros, que luego circulan clandestinamente. Poco a poco las antiguas estructuras sociales y políticas comienzan a colapsar. Comienza la Revolucion Francesa y el reinado del terror, cuando miles de personas murieron en la guillotina.

Durante todo siglo XVIII los conquistadores europeos ejercen el tráfico de esclavos negros, desde África hacia América, con el fin de tener una mano de obra barata en las haciendas de azúcar, cacao algodón etc.  En 1756, Federico II, Rey de Prusia, un “déspota ilustrado”, invade la región de Silesia que pertenecía a Austria, lo que origina «La Guerra de los Siete Años», que involucró a más de doce países. El pequeño reino de Prusia duplica su tamaño, iniciando así la unificación de Alemania, otra futura superpotencia.

Hacia 1760, con el uso del carbón y el vapor, se inicia en  Inglaterra, la primera revolución industrial, que luego se expande a otros países europeos. El mundo occidental se transforma de una economía rural, basada en la agricultura, a una economía urbana, industrializada.  En 1783, bajo el liderazgo militar de George Washington, los norteamericanos, siguiendo los ideales de la ilustración y después de siete años de guerra, obtienen su independencia, y así nace otra futura superpotencia: los «Estados Unidos de América», que muestran al mundo lo que puede ser una república democrática. Poco después, en 1789, un importantísimo evento marca el inicio de las futuras naciones modernas: «La Revolución Francesa», que adopta los mismos planteamientos iluministas; la burguesía toma el poder, el rey Luis XVI termina guillotinado y se crea una república.

La Edad Contemporánea: En Noviembre de 1799, Napoleón Bonaparte asume el poder en Francia. Inglaterra, Rusia y Prusia, intentan restablecer en Francia el viejo régimen monárquico, pero Bonaparte, con geniales tácticas militares derrota a cada uno de estos reinos, anexando a Francia enormes territorios. En 1804, Napoleón se auto coronó como Emperador de los franceses, pero sufriría luego dos grandes reveses: El Almirante inglés, Horacio Nelson, destruyó a la armada francesa, en Abukir (Egipto) y a la flota combinada franco-española en Trafalgar (España), quedando Inglaterra como ama absoluta de las rutas marítimas. Bonaparte cometería también dos graves errores: En 1808 invade a su antigua aliada, España, lo cual motivó una lucha de resistencia, que lo obligó a mantener allí un gran número de tropas; y en 1812 invade a Rusia con más de 600.000 hombres, pero el terrible invierno ruso diezma su ejército y lo obliga a retirarse. Finalmente, en 1815, es derrotado en Waterloo por el general inglés Wellington y el mariscal prusiano Blücher. Napoleón es desterrado a Santa Elena; y en Europa vuelven a aparecer los antiguos reyes.

Sin embargo, las ideas libertarias se extienden. En 1811 Venezuela declaró su independencia. Francisco de Miranda fue nombrado generalísimo de los ejércitos rebeldes, pero es derrotado por las tropas realistas y enviado prisionero a España. Simón Bolívar surge entonces como el nuevo líder de la causa independentista. Tras avances y retrocesos Bolívar logra la independencia de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú y funda «Bolivia», intenta unir estos países, creando la «Gran Colombia», pero dentro de la misma estallan movimientos separatistas. Bolívar cansado y enfermo se retira del poder,  en 1830 muere y la Gran Colombia se disuelve. En 1848 los alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, publican «El Manifiesto Comunista», relanzando las viejas ideas populistas en favor del «proletariado, que según ellos, es explotado por la «burguesía”, este libro cambiará de nuevo la historia.

Otro detalle: Marx fue un gran detractor de Bolívar, a quien consideraba “un aristócrata canalla, cobarde, brutal, miserable y sediento de poder”.

En 1861 estalló una guerra civil en los Estados Unidos, el país se divide en dos bandos, al norte «La Unión» que quería abolir la esclavitud y al sur «La Confederación» que se negaba a ello; en 1865 la confederación es vencida. También por esos años hubo otra guerra civil en Venezuela, llamada «Federal», donde se enfrentaron «los conservadores» (comandados por José Antonio Páez) y «los liberales»(liderados Por Juan Crisóstomo Falcón y Ezequiel Zamora), en 1863, con «El tratado de Coche», los liberales toman el poder. En 1866, bajo la égida de Otto Von Bismark Prusia derrota a Austria y se anexa Hannover, Hesse y Holstein. En 1870 Víctor Manuel II, Rey del Piamonte, junto a Camilo Cavour y Giuseppe Garibaldi logran la unificación de Italia. Ese mismo año, en la Batalla de Sedan, Prusia derrota a Francia, conquistando Alsacia y Lorena, completando así la unificación de Alemania que pasa a ser un imperio. Hasta fines de ese siglo y comienzos del siguiente, las grandes potencias europeas seguirán la vieja política de crear imperios y ampliar su poder colonizando a países más débiles. Pero luego, en menos de cincuenta años, habrá una transición que llevará a un nuevo orden.

Comienza el siglo XX, cuando la civilización occidental controla el 85% del planeta, y comienza la transición mencionada: Aparecen las grandes industrias, los sindicatos y los movimientos feministas, las obras de Marx cobran más importancia, se exige la igualdad social, y por supuesto, aparecerán también las dos guerras mundiales que cambiarán todo. Entre Diciembre de 1902 y Febrero de 1903 las flotas de Inglaterra, Alemania e Italia bloquean los puertos venezolanos, en reclamo de la deuda que el país tenía con ellos. En Junio de 1914 Francisco Fernando de Habsburgo, heredero al trono de Austria, es asesinado en Sarajevo por un extremista serbio. Austria, apoyada por Alemania declara la guerra a Serbia, que tenía una alianza con Rusia, que a su vez tenía alianzas con Francia e Inglaterra, y así comienza la primera guerra mundial. Alemania infringe graves derrotas a Rusia, lo que trae una revolución que derroca al Zar en 1917, y se inicia otro nuevo cambio en el mundo: Los comunistas soviéticos, liderados por Lenin, toman el poder. Rusia se retira de la guerra, pero los Estados Unidos entran a ella, del lado de Inglaterra y Francia

Otro detalle: En esa guerra, un venezolano (marabino), de origen alemán, Carlos Meyer Baldó, sirvió en la aviación alemana, en el escuadrón de Manfred von Richthofen (El Barón Rojo), convirtiéndose en un as. Fue condecorado con la Cruz de hierro.

En 1918 Alemania y Austria se rinden, termina la guerra, es el fin también de cuatro imperios (ruso, alemán, austrohúngaro y otomano). Quedan 20 millones de muertos entre civiles y militares, a los que se suman otros 30 millones que trajo una peste llamada «la gripe española», que apareció ese mismo año. Hay mucha miseria, odio y resentimiento, el caldo de cultivo ideal para lograr el poder, y la ideología comunista intenta penetrar en varios países de Europa. En Italia, Benito Mussolini crea el partido «fascista», de corte ultra nacionalista, que integra el populismo socialista con la economía capitalista y el absolutismo monárquico.

En 1919 se crea la “Liga de las Naciones” un organismo compuesto por muchos países, cuya misión era establecer las bases para la paz y las relaciones internacionales. Si bien esta entidad no logró evitar la segunda guerra mundial sentó las bases para lo que más tarde sería la ONU.

En 1922 Mussolini logra tomar el gobierno, pone orden en el país y gana el apoyo popular. Adolf Hitler, líder del «Partido Nacional Socialista Alemán» (nazi), que admiraba a Mussolini, copia su misma ideología. La gran hiperinflación que sufre Alemania por esos años, junto a la humillación sufrida por su derrota en la primera guerra mundial, serán las causas del ascenso del nazismo. En 1929 cae la bolsa de valores en Nueva york, originando una crisis económica mundial, «La gran depresión”. En 1933 Hitler toma el poder en su país. Alemania e Italia hacen un frente común llamado «El Eje», al cual se sumará luego Japón, y que se  enfrentará a «Los Aliados»: Inglaterra, Francia, Rusia y Estados Unidos. Entre 1939 y 1945 se desarrolla la «Segunda Guerra Mundial», la contienda más mortífera de la historia (70 millones de muertos).

Un último detalle: En 1942, cerca de Paraguaná, un buque petrolero venezolano, el «Monagas”, fue hundido por un submarino alemán, el U-502. Venezuela detuvo a unos 800 ciudadanos alemanes y clausuró el Club Alemán y el Colegio Alemán de Caracas.

En 1945, con el estallido de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, los aliados, comandados por Churchill, Roosevelt y Stalin derrotan definitivamente al eje. Pero los soviéticos se apoderan de gran parte de la Europa oriental. Los Estados Unidos tratan de impedir la expansión del comunismo y en 1947 comienza  la «Guerra Fría». Europa queda dividida por una «cortina de hierro»: Al occidente las naciones democráticas, apoyadas por los Estados Unidos y al oriente los países comunistas, bajo el control soviético. En 1948, la ONU decidió la partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, pero los árabes rechazaron el mandato, lo que generó luego una serie de conflictos (en 1948, 1956, 1967 y 1973), todos  ganados por Israel. En 1950, Corea del norte (comunista), apoyada por China y la Unión Soviética, invade a Corea del Sur, que estaba respaldada por los Estados Unidos, lo que inicia una guerra que termina en 1953, con el acuerdo de respetar los límites originales (el Paralelo 38). Entre 1955 y 1975 se desarrolla la guerra de Vietnam. Los Estados Unidos nuevamente se enfrentan al comunismo, pero no logran impedir la unificación de Vietnam en un régimen Marxista. En 1989 cae el muro de Berlín y poco después, el líder ruso Gorbachov (Premio Nobel de la Paz, 1990), disuelve la Unión Soviética y su régimen comunista. El mundo cambia de nuevo, a su estado actual.

Como hemos visto la civilización occidental ha evolucionado a lo largo de más de 3.200 años entre la guerra la paz. Solo en la primera mitad del siglo XX, murieron más de 100 millones de personas por las guerras, pero las siete últimas décadas han sido, por un amplio margen, las más pacíficas en la historia humana. ¿Finalmente habremos aprendido algo?

LA PAZ Y SUS PERSONAJES

Mahatma Gandhi: Mohandas Karamchand nació en Porbandar India británica, en Octubre de 1869. El nombre de «Mahatma» (en sanscrito «Alma Grande») le fue dado por Rabindranath Tagore (Premio Nobel de Literatura de 1913). Desde 1918 perteneció al  «Movimiento Nacionalista Indio» e instauró métodos de lucha social novedosos, como la huelga de hambre. En sus programas rechazaba la lucha armada e instaba a la «no violencia» y a la «resistencia pasiva», como medio para combatir al dominio británico. Se convirtió en el símbolo de la India libre. Llevaba la vida espiritual y ascética de un predicador, con ayunos y meditaciones y vestía como las clases más bajas. En 1942 exigió la completa independencia de su país y fue arrestado, lo que produjo una sublevación en masa y una serie de revueltas violentas. Finalmente, en 1947, Gran Bretaña concedió su independencia a la India. Un año más tarde Gandhi fue asesinado por un miembro de un grupo extremista hindú. Es honrado por su gente como el padre de la nación.

Martin Luther King: Un  pastor evangélico nacido en Atlanta, (USA) el 15 de Enero de 1929. Desde muy joven se manifestó como un luchador por la igualdad en los derechos para la población negra, y como presidente de la «Asociación de Cristianos del Sur» se negó a emplear la violencia para conseguir estos objetivos, abogando por una resistencia pasiva. Esta actitud le hizo merecedor del Premio Nobel de la Paz en 1964. Un año después lograba que en los estados sureños se abolieran leyes discriminatorias. En 1968 un ex convicto blanco, James Ray, acabó con su vida en un hotel de Memphis. Es famoso por su discurso «I have a dream» (tengo un sueño): Sueño que un día, los niños negros, puedan unir sus manos con las de los niños blancos y caminen unidos, como hermanos.

Madre Teresa de Calcuta: Nació el 26 de Septiembre de 1910 en Albania. Fue una monja católica que en 1950 fundó, en Calcuta, la congregación de las «Misioneras de la Caridad», que atiende a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos. En 1965 abre su primera casa fuera de la India, en Venezuela, específicamente en Cocorote, Yaracuy. Ella personalmente fue con las cuatro hermanas que quedarían allí y permaneció con ellas diez días, aunque luego las visitaba todos los años. Sucesivamente abriría más casas en Venezuela y en muchos otros países del mundo. En 1979 El Presidente Luís Herrera Campíns la condecoró con la Orden del Libertador y ese mismo año ganaría también el Premio Nobel de la Paz. Murió el 5 de Septiembre de 1997, el gobierno indio le rindió  honores de estado. El 4 de Septiembre del 2016 el Papa Francisco la canonizó como santa.

Nelson Mandela: Nació el 18 de julio de 1918, en Umtata (Sudáfrica), estudió derecho en la Universidad de Fort Hare. En 1961 fundó una organización llamada «Lanza de la Nación» con la cual pasó a la lucha armada contra la discriminación a la población negra o «apartheid», al año siguiente fue capturado por las autoridades británicas y condenado a cadena perpetua. Después de 28 años fue liberado, ya para entonces sabía que desmantelar el racismo no tendría sentido si el país se desintegraba en divisiones y venganzas y fue el pacifista más activo y convencido. En 1991, usando el dialogo, logró la eliminación del apartheid. En 1993 fue galardonado con el Premio Nobel a la Paz y en 1994, fue elegido presidente de Sudáfrica. Gobernó hasta 1999, en este periodo se esforzó y logró reconciliar a los sudafricanos. Murió recientemente, el 5 de Diciembre del 2013.

CIENCIA Y TECNOLOGIA

La civilización grecorromana, hizo grandes avances en esta área. Todo el imperio romano estaba cruzado por más de 80.000 kms. de maravillosos caminos que conducían a ciudades dotadas con acueductos y alcantarillados, con bellos templos, plazas, baños termales, bibliotecas teatros y anfiteatros. Pero el año 476 marca la caída de Roma a manos de los bárbaros, se vivirá entonces un dramático retroceso en la cultura, la denominada «Edad media» u «Oscurantismo». Solo en el siglo XVI, con el «Renacimiento», se recuperarían los antiguos niveles de sabiduría. Dejemos volar la imaginación: Si el imperio romano no hubiera colapsado y no se hubieran perdido mil años de adelantos científicos ¿el hombre hubiera podido llegar a la luna en el siglo IX? y en ese caso ¿cómo estaríamos ahora, en el siglo XXI? Pero regresemos a nuestra realidad histórica, al «Medioevo», y mencionamos dos importantes inventos que llegaron de China en los siglos XII y XIII: La brújula y la pólvora, que con el tiempo cambiarían para siempre la navegación y la forma de hacer las guerras. Hacia 1440, el alemán Gutenberg trasforma el mundo creando la imprenta, el medio ideal para transmitir rápida y ampliamente todo tipo de conocimientos.

Coincidiendo con el descubrimiento de América, en 1492, comienza el renacimiento, cuando se hicieron importantes progresos en la navegación y aparecieron las grandes potencias marítimas como Inglaterra, España, Francia y Portugal que luego colonizarían enormes territorios en América, Asia, África y Oceanía. En 1543, coincidiendo con la publicación de «Los giros de los orbes celestes», de Nicolás Copérnico, comienza «La revolución científica», cuando la ciencia tuvo un extraordinario desarrollo. En 1633 el astrónomo italiano Galileo fue juzgado por la inquisición, al afirmar que los planetas giran en torno al sol, lo que iba en contra de las creencias religiosas del momento. En 1666 el inglés, Isaac Newton, descubrió las leyes de la gravitación y expuso las leyes que la rigen.

Pero las grandes innovaciones en la tecnología solo se darían a mediados del siglo XVIII, cuando James Watt, un ingeniero escocés, desarrolló la primera máquina de vapor que luegó se implantó en las industrias y se utilizó como motores en los barcos y trenes, dando inicio a la «Primera Revolición Indistrial», que durante 100 años, aceleró el desarrollo económico de Europa y de los Estados Unidos. Así aparecieron dos nuevas categorías sociales: Los «industriales», con grandes ingresos en dinero y los «obreros» de las fábricas, que desde niños trabajaban 12 horas al día, siete días a la semana y vivían en  la miseria.

Entre 1870 y 1914, en la llamada «Segunda Revolución Industrial”, una serie de científicos y empresarios volvieron a cambiar la faz del mundo, entre ellos los hermanos Lumiere, franceses, que en 1895 inventaron la cinematografía; los hermanos Wright, americanos, que en 1903 realizaron el primer vuelo a motor; Guillermo Marconi, italiano (Premio Nobel de física 1909), inventor de la telegrafía sin hilos y precursor de la radio.     

 Un detalle: Otra gran innovación, el teléfono, fue patentado por Alexander Graham Bell en 1876, lo que fue protestado por Antonio Meucci, un científico italiano que alegó en tribunales que le habían robado su invención. Después de más de cien años de procesos judiciales, en Junio del 2002, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos dictaminó que el verdadero inventor del teléfono no había sido Bell, sino Meucci.

Mencionamos ahora, de manera especial, a cuatro grandes celebridades de este campo:

Tomas Alva Edison, quien dio otro impulso importante en la tecnología. Este ingeniero americano patentó más de mil inventos durante su vida, el más importante fue el de la luz eléctrica, (en 1878). Instaló las primeras plantas de electricidad, que luego se multiplicarían en todo el mundo. Además contribuyó a formar muchos de los perfiles tecnológicos contemporáneos, como los motores eléctricos, un sistema telefónico viable y el fonografo                                                                                                            

Otro detalle: Edison creía firmemente en los fenómenos paranormales y creó una máquina para hablar con los muertos, pero nunca la patentó.

Henry Ford, también estadounidense, que daría otro gran paso en 1913, cuando instaló en su fábrica de automóviles la primera línea de montaje en cadena, que fue copiada por todo tipo de industrias. Esta producción, “masiva», bajó los costos al consumidor final, aumentó el empleo y fomentó la construcción de grandes carreteras y ciudades en todo el mundo.

Sigmund Freud: Medico austríaco, de origen judío, llamado «el padre del psicoanálisis», desde 1886 realizó importantes investigaciones sobre la mente humana que cambiarían las creencias del mundo sobre temas claves como la agresión, el sexo, la culpa y la moral.

Albert Einstein: Uno de los más grandes científicos de la humanidad, alemán, también de familia judía. En 1905publicó su célebre «teoría de la relatividad». En 1921 ganó el Premio Nobel de Física y en 1932, a la llegada del nazismo, marchó a los Estados Unidos.

Con el aporte de científicos importantes, como el italiano Enrico Fermi (Premio Nobel de Física, 1938) y el norteamericano Robert Oppenheimer, en 1945 se crea la bomba atómica, que termina la segunda guerra mundial e inicia la «Guerra fría», que en 1962 generó la «crisis de los misiles en Cuba», cuando el mundo estuvo a punto de ser destruido. En los años 60 el mundo vivió «La Era Espacial», el hombre logra viajar al espacio, consiguiendo el máximo objetivo en Julio de 1969, con la llegada a la luna de los astronautas americanos, Neil Armstrong y Buzz Aldrin.

Actualmente vivimos la llamada «Era Digital», que comienza a evolucionar en los años setenta. Antes solo los ricos y los nobles se podían dar el lujo de tener a mano una biblioteca, para instruirse, pero a fines del siglo XX apareció el «Internet», un medio a través del cual toda la información del mundo se hace accesible rápida y fácilmente; no solo a través de un PC, sino también de una pequeña computadora que cabe cómodamente en un bolsillo, el celular, que inicialmente fue solo un teléfono, pero ahora incluye además internet, cámara fotográfica, calculadora, grabadora, GPS, radio, música y centenares de aplicaciones más; algo que no se soñaba hace unas pocas décadas. Los más grandes protagonistas de la actual era son todos estadounidenses: Steve Jobs, fundador de la «Apple Computer Co.», Bill Gates, fundador de «Microsoft”, y Larry Page y Serguéi Brin, creadores del famoso buscador Google.

LAS LETRAS

La literatura griega inicia este arte en nuestro mundo occidental y su mayor representante es Homero, que en el siglo VII a.C. creó las dos más famosas obras de ese periodo: «La Ilíada», que narra los acontecimientos ocurridos en la Guerra de Troya (aprox. 1250 a.C.) y «La Odisea», que narra el regreso a casa del rey de Ítaca, Odiseo, al finalizar la dicha guerra. Al conquistar Grecia los romanos hicieron suya su cultura y tradiciones. Homero influyó grandemente en escritores romanos, como Catón, Virgilio, Horacio y Cicerón.

Después de la caída del Imperio Romano de Occidente (473 d.C.), muchos escritos de la literatura clásica se salvan al ser conservados en grandes bibliotecas, como la de Constantinopla, y en los monasterios, donde los frailes se dedicaron a preservar y traducir los antiguos manuscritos. Durante la mayor parte de la edad media, la literatura se limitó a escritos religiosos y poemas caballerescos, como el del “El Mío Cid” en España, “La Canción de Rolando” en Francia y los relatos de “El Rey Arturo” en Inglaterra. En 1320, en Italia, Dante termina su «Divina Comedia» y hacia 1350 Petrarca escribe el «Cancionero».

A partir del siglo XVI la literatura renace en toda Europa y mencionamos los escritores que más peso ejercieron en el humanismo de sus tiempos: Miguel de Cervantes (1547-1616), español, autor de «Don Quijote»; William Shakespeare (1564-1616), inglés, autor de «Hamlet» y «Otelo»; Molliere (1622-1673), francés, autor de «Tartufo» y «El Avaro».

Un detalle: Cervantes y Shakespeare, siendo cada uno los más altos exponentes de la literatura hispana e inglesa, murieron exactamente el mismo día, el 23 de Abril de 1616.

En 1789, con la «La Revolución Francesa» comienza la literatura moderna, usualmente se divide su desarrollo en varios periodos:

El Romanticismo: Se inicia en Alemania fines del siglo XVIII y comienzos del XIX y se extiende por toda Europa. Manifiesta, sobre todo, los sentimientos y emociones y toma la libertad como causa suprema, por lo que no es raro que muchas causas independentistas se originaran en esos años. Entre los escritores románticos se encuentran los alemanes Goethe y Schiller; los ingleses Keats, Shelley, Byron, y Jane Austen; los franceses Chateaubriand y Víctor Hugo y los italianos Manzoni y Leopardi.

El Realismo: Es el siguiente movimiento, que llegó a mediados del siglo XIX como una reacción a los excesos románticos. Sus características son la documentación y las descripciones puntuales y minuciosas. Dickens, Dostoievski, Emil Zola y Flaubert son algunos de sus autores más representativos. Una tendencia del realismo fue la «Literatura de Evasión», que apareció a fines del siglo XIX, con novelas de aventuras como «El Conde de Montecristo» o los «Tres Mosqueteros» de Alejandro Dumas y la saga de «El Corsario Negro» de Emilio Salgari. Con Julio Verne se inició la «Ciencia Ficción» y luego llegaron las novelas policíacas, como el ciclo de Sherlock Holmes de Conan Doyle.   

El Vanguardismo: Vino después de la Primera guerra mundial y expresa las vivencias durante el período de entreguerras (1918-1939), escritores emblemáticos de este periodo son André Bretón, francés; Marinetti, italiano; y Hemingway, americano.

El Existencialismo: Se centra en el significado de la vida (la Existencia) y en la condición humana. Iniciado des pues de la segunda guerra mundial por filosofos franceses como Albert Camus (Premio Nobel de Literatura 1957), Jean Paul Sartre (premio Nobel de Literatira 1964) yla escritora Simone de Beavoir (por cierto, pareja de Sartre)

Otro detalle: Sartre, que era comunista, rechazo el Premio Nobel, «por ser un premio burgues». Camus por su parte era anticomunista y tuvo serios enfrentamientos con Sartre.

Otro detalle: En su carta de rechazo al Nobel sarte aludio a «los heroicos guerrileros comunistas venezolanos que luchan contra el regimen de Romulo Betancourt»

Mencionamos ahora cinco escritores contemporaneos latinoamericanos, tres de ellos muy cercanos a nuestra Venezuela, y otros dos Venezolanos:

Gabriel García Márquez (El Gabo): Colombiano, muy identificado con el llamado «Realismo mágico», su obra más conocida es la novela «Cien años de soledad». Entre 1957 y 1959 vivió en Caracas y de esa época le quedó una profunda compenetración con nuestro país. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura, vestido con un «liquilique».

Mario Vargas Llosa: Peruano, uno de los más importantes novelistas y ensayistas actuales, entre sus obras están «La Fiesta del Chivo» y «Los Cachorros». Fue premiado con el «Príncipe de Asturias de las Letras» en 1986 y el Nobel de Literatura en el 2010.

Isabel Allende: Chilena, nacionalizada americana, miembro de la Academia de Artes y  Letras de los Estados Unidos. Sus obras han sido traducidas a 35 idiomas, la venta total de sus libros alcanza a unos 70 millones de ejemplares. Vivió en Venezuela entre 1975 y 1988, donde escribió su obra más conocida «La casa de los espíritus».

Rómulo Gallegos: Escritor y político venezolano, autor de las novelas de tipo «criollista» «Doña Bárbara» y «Canaima», que fueron llevadas al cine en los años 40. En 1948 fue Presidente de Venezuela, siendo derrocado nueve meses más tarde, por un golpe militar.

Arturo Uslar Pietri: Novelista, historiador, productor de televisión y político venezolano. Ha sido considerado como uno de los intelectuales más importantes del país. Autor de la novela «Las Lanzas Coloradas». En 1990 se le otorgó el Premio «Príncipe de Asturias de las Letras» y fue condecorado con la Gran Cruz de la Legión de Honor, de Francia.

LAS ARTES

Arquitectura, escultura y pintura:

Comenzamos también por el arte griego, que tuvo un efecto profundo en la cultura occidental. Su máximo esplendor se desarrolla entre el 620 y 146 a.C. La arquitectura griega se define en tres órdenes: el «Dórico», “Jónico» y «Corintio” y muchos de sus templos y teatros se han preservado. Su pintura no tuvo mayor relevancia, pero la escultura alcanzó altos niveles y varios museos exhiben famosas estatuas, como los «Frisos del Partenón», de Fidias; el «Discóbolo», de Mirón; «La Venus de Milo», de Alejandro de Antioquia, todos ellos en mármol y los famosos «Guerreros de Riacce», hechos en bronce.

Las artes, llegadas desde Grecia, se continuaron en la antigua Roma (753a.C. al 1453 d.C.) y allí se hicieron importantes aportes a las mismas. Aún sobreviven innumerables esculturas e imponentes templos, plazas, baños termales y edificios públicos como el Coliseo y el Panteón en Roma y el acueducto de Segovia. En el 473 d.C, a la caída del imperio romano de occidente, y durante los siguientes mil años, todas las artes decaen. A finales de la edad media florece en toda Europa el arte gótico; muestras de este estilo en arquitectura son las enormes catedrales góticas, con sus esculturas y vitrales, entre ellas se mencionan la de Notre Dame en Paris, la de Westminster en Londres y la  de Santa María del Fiore en Florencia. Entre los grandes pintores de este periodo están los italianos Giotto y Duccio y los flamencos Van Eyck y El Bosco.

El Renacimiento: Se inicia en Italia durante el siglo XVI cuando figuran artistas como los escultores Ghiberti y Donatello, los pintores Botticelli y Rafael de Sanzio y el arquitecto Brunelleschi. Otro arquitecto que sobresale en este periodo es Andrea Palladio que utilizo las formas de la arquitectura romana aplicandola a su tiempo. Pero los más grandes exponentes de este periodo son dos genios polifacéticos, uno de ellos, Leonardo Da Vinci, que pintó varias de las obras pictóricas más famosas del mundo como la «Mona Lisa» y «La Ultima cena”, dejó también dibujos sobre la anatomía humana que corrigieron numerosas inexactitudes de su época y diseños exactos que fueron el primer paso para la creación de los aviones, helicópteros, tanques de guerra, desarrollos urbanísticos etc. El otro es un contemporáneo de Leonardo, Miguel Ángel Buonarroti, autor de famosísimas esculturas como «El Moisés», «El David» y «La Piedad», es conocido también por sus grandes pinturas como las hechas en la bóveda y el ábside (El Juicio Final) de la Capilla Sixtina. Pero además sobresale por sus obras arquitectónicas, entre las cuales mencionamos la «Cúpula de la Basílica de San Pedro» en el Vaticano; y la «Plaza del Capitolio» de Roma.

Un detalle: El estilo de Palladio influyó notablemente en la arquitectura neoclasica, que se ha reproducido en centenares de edificaciones en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos e Inglaterra. El capitolio Nacional de Caracas copia este estilo.

El Barroco: Fue un estilo que dominó el arte en toda Europa en el siglo XVII y parte del XVIII, expresaba la emotividad y exuberancia. Se inicia en Italia, donde figuran el pintor Caravaggio, el escultor Bernini, y el arquitecto Borromini. Otros grandes maestros de este periodo fueron los españoles Velásquez y Zurbarán, los belgas Rubens y Van Dyck, el holandés Rembrandt y los arquitectos ingleses Wren y Vanbrugh. El estilo «Rococó» es una evolución del barroco (de ahí su nombre), y se desarrolló entre 1730 y 1760.   

 Otro detalle: Siguiendo la tradición barroca, el más importante pintor colonial venezolano, Juan Pedro López, trabajó en Caracas en la segunda mitad del siglo XVIII. Entre sus obras destaca «Nuestra Señora de la Concepción», en la Catedral de Caracas. Fue también el abuelo de Andrés Bello.

El Neoclasicismo: Las excavaciones en Pompeya y Herculano, a mediados del siglo XVIII, despertaron en Europa una nueva fascinación por el gusto grecorromano, lo que originó el llamado estilo «Neoclásico», que perduró hasta finales del siglo XIX y que dio lugar a una arquitectura  monumental que reproducía los antiguos templos griegos. En este estilo se pueden citar los pintores franceses David e Ingres y el escultor italiano Canova.     

Otro detalle: Queriendo romper con su pasado colonial los Estados Unidos adoptaron el estilo neoclásico, especialmente en la arquitectura, con muchas obras, entre ellas El Capitolio y la Casa Blanca de Washington, La Universidad de Virginia, y Monticello (la residencia de Thomas Jefferson). Por las mismas razones el Presidente venezolano, Guzman Blanco, erigió en Caracas varios edificaciones en este mismo estilo, como son el Capitolio Nacional y el Teatro Guzman Blanco (hoy Teatro Municipal)

El Arte Contemporáneo: Hasta mediados del siglo XIX dominó en Europa el llamado “Estilo Académico” que seguía los preceptos de la pintura tradicional, pero, a partir de 1863, se inicia en París una revolución: Édouard Manet sorprendió al exponer su obra «Almuerzo sobre la hierba», que exhibía a una mujer desnuda almorzando con dos hombres vestidos, lo que ofendía a la moralidad de la época y en 1874 Claude Monet, con su cuadro «Impresión, sol naciente», en el mismo estilo, le da el nombre a ese nuevo movimiento “El Impresionismo», que entusiasmó a los pintores jóvenes, ya que daba la espalda a los cánones tradicionales. Renoir, Cezanne, Degas, Pissarro y el escultor Rodin destacan en este estilo, que se enfrentó con el academicismo y perduró hasta principios del siglo XX.

Otro detalle: Arturo Michelena, fue un pintor venezolano que en 1885 fue becado para estudiar en Paris, y entre los dos estilos en conflicto escogió el académico. Su primer éxito se dio allí, en 1887, en «Le Salón des Artistes Français» con su lienzo «El niño enfermo», que fue premiado con la Medalla de Oro en segunda clase. En 1889 Michelena obtiene el mayor honor dado por esa academia, la Medalla de Oro en primera clase, por su cuadro «Carlota Corday». En Venezuela es más conocido por su obra «Miranda en la Carraca».

Por esos mismos años, en la arquitectura, se inició una tendencia llamada «Eclecticismo”, que se prolongó hasta 1920, mezclando diferentes estilos de ese arte. Luego llegó el «Art Déco», un movimiento de arquitectura popular que duró hasta 1950.

Hubieron también otras corrientes en la pintura y escultura, que evolucionaron del impresionismo: El “fauvísmo”, el «dadaísmo», el “cubísmo” y el “surrealísmo”, iniciadas por Matisse, Miró, Picasso, Braque, Giacometti, Dalí y el escultor Calder, que condujeron al arte moderno actual, cuyos protagonistas aún están por definirse.

LA MUSICA:

En la antigua Grecia aparecen los «bardos» o «aedos», que, acompañados de una lira, vagan de pueblo en pueblo. En la mitología griega se cita un personaje, «Orfeo» (del cual deriva la palabra «orfeón»), que con su música enamoró a su esposa «Eurídice» y logró dormir al terrible perro de tres cabezas, «Cerbero», el guardián de los infiernos.

A principios del siglo X, en los monasterios, se entonaban los «Cantos Gregorianos» y para enseñarlos, Guido de Arezzo, un monje benedictino italiano, creó el «pentagrama» y las notas musicales, el llamado «solfeo”, una innovación que logró que las melodías pudieran escribirse y transmitirse fácilmente, a cualquier lugar y de generación en generación. En el siglo XV aparece la llamada «Música Clásica», que se divide en varios periodos:

La Música Renacentista: Que se desarrolla principalmente en Italia, en el siglo XV, fue una evolución de los cantos gregorianos y entre los compositores más destacados de esta etapa se hallan Giovanni di Palestrina y Orlando di Lasso.

El Barroco: Es el periodo musical que domina a Europa durante todo el siglo XVII y primera mitad del XVIII, comienza en Italia y los más importantes compositores del  periodo serían los italianos Monteverdi, Vivaldi y Scarlatti y los alemanes Bach y Handel.             

Un detalle: Handel, tomó la nacionalidad inglesa, fundó la «Royal Academy of Music» e hizo el actual himno de Inglaterra. Nadie es profeta en su tierra.

El Clasicismo: Se inicia alrededor de 1750, y durará hasta principios del siglo XIX. Aquí se produce un gran cambio: El mundo germánico supera a Italia como la mayor potencia musical. Sus máximos exponentes son el alemán Bach y los austríacos Mozart y Haydn.

El Romanticismo: Se da en el siglo XIX, a través de compositores como son: Los alemanes Beethoven, Richard Wagner, Mendelssohn y Brahms; los austriacos Franz Schubert y Johann Strauss (padre e hijo); el húngaro Liszt; y el polaco Chopin.                                          

Otro detalle: En este estilo sobresale una venezolana, Teresa Carreño, la mejor  pianista mujer de sus tiempos y además compositora. Nació en Caracas en 1853. Cuando tenía 9 años, su familia se trasladó a Nueva York, a esa edad debutó como solista con la Orquesta Filarmonica de Boston y a los diez años tocó en la Casa Blanca para el Presidente Abraham Lincoln. En 1866 viajo a Paris, donde se presentó en varios conciertos, luego se residenció en Alemania, donde fue solista de la Orquesta Filarmónica de Berlín.

Citamos ahora a otros dos músicos venezolanos, grandes a nivel mundial: Gustavo Dudamel, con apenas 33 años fue director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y director honorario de La Gotemburgo Symphony de Suecia. Y a José Antonio Abreu, creador del «Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles e Infantiles de Venezuela», imitado en muchos países.

Algunos detalles adicionales sobre la música clásica:

La música de cámara, es aquella compuesta para un  grupo de pocos instrumentos,  (entre 2 y 20 ejecutantes), y por lo tanto puede ser tocada en una sala  de reducidas dimensiones y para una pequeña audiencia. Entre los siglos XVI y XIX la nobleza o la alta burguesía, eran los patrocinadores de los compositores del momento. Así, muchas de las obras maestras de la música fueron compuestas para ser presentadas en las residencias particulares de esos ricos personajes.

La música Sinfónica: A partir del siglo XVIII casi todos los grandes compositores clásicos hicieron música sinfónica, que se diferencia de la de cámara en que es ejecutada por una orquesta (entre 60 y 100 músicos) y es interpretada únicamente en teatros. Se dice que la Orquesta sinfónica es un instrumento colectivo, y quien lo toca es su director.

La Opera: Es un género musical diferente. Tienes sus orígenes en el renacimiento como una reconstrucción o renovación de la tragedia griega, que tenía teatro canto y música. La primera ópera,  «Orfeo», fue compuesta en Florencia, por Monteverdi, en el año de 1607. La ópera evoluciona en el siglo XVIII, con los compositores italianos Vivaldi, Scarlatti y Porpora, seguidos por un brillante autor, el austríaco Mozart, entre sus óperas citamos «Las Bodas de Fígaro», «Don Giovanni», «Cosi fan tutte»  y «La flauta mágica».                                   

Un último detalle: En 1677 el Papa Inocencio XI, ordenó que las mujeres no podían cantar en las Iglesias y teatros, y así, se recurrió a los «castrati», niños cantores a los que se le habían extirpado los testículos para que al crecer mantuvieran una voz femenina. Durante un siglo los «castrati» fueron estrellas de la ópera, entre ellos el famoso Farinelli, hasta que en 1772 el Papa Clemente XIV permitió cantar a las mujeres y prohibió la castración

El «Bel Canto» es otra evolución en la opera que floreció a principios del siglo XIX, iniciada por los italianos Rossini, Bellini y Donizetti y el francés Bizet. Alcanzó su más alto nivel a fines de ese siglo con el gran Giuseppe Verdi, italiano, autor de «Rigoletto», «La Traviata», «Tosca» y muchas otras. «El sinfonismo» fue otra tendencia, también iniciada a fines del siglo XIX por el alemán Richard Wagner, creador de «Parsifal» y «Tristán e Isolda». Y a principios del siglo XX, Giacomo Puccini, también italiano, fundió el Bel canto con el sinfonismo, entre sus obras mencionamos «La Boheme» y «Turandot».

Los más grandes intérpretes de la opera moderna han sido Enrico Caruso (italiano), María Callas (griega), Jussi Bjorling (sueco), Luciano Pavarotti y Andrea Bocelli (italianos) y los españoles Placido Domingo, José Carreras y Monserrat Caballé.

LA FILOSOFÍA

Y como todas las demás áreas que se señalan en esta crónica, la filosofía también se inicia desde el siglo VII a.C. en la Grecia antigua. De hecho, esta palabra, utilizada por primera vez por Pitágoras,  deriva de dos expresiones griegas, «Filo»: Amor, y «Sofía»: Sabiduría; o amor a la sabiduría. La filosofía nos permite analizar y reflexionar sobre la realidad  que nos rodea. En la Grecia clásica, Atenas se convirtió en un centro filosófico muy importante, por primera vez se cuestionó la «mitología» (religión) y el interés se centró en el hombre y su lugar en la sociedad. Pitágoras, Sócrates, Platón y Aristóteles plantearon cuestiones básicas y éstas son, en gran medida, las mismas preguntas filosóficas con las que aun lidiamos, entre muchas: La teología, ética, economía, política, oligarquía, aristocracia, demagogia, tiranía y democracia, todas ellas palabras que tienen un origen griego antiguo.

Desde  la caída del Imperio Romano, en el año 473 y hasta el siglo XVI, no se hizo filosofía, durante esos mil años la población seguía fielmente los mandatos de la iglesia y de los reyes, que se creía eran elegidos por la providencia; todo quedaba en manos de Dios, nada se cuestionaba, este era un mundo temporal, de pasaje al cielo o al infierno, pero el cielo podía lograrse para toda la eternidad si se seguían las leyes del altísimo. A partir del renacimiento comienzan a aparecer centenares de filósofos famosos, pero teniendo solo un par de páginas disponibles mencionamos acá unos pocos, cuyas ideas cambiaron la historia:

Nicolás Maquiavelo: Político y filósofo italiano. En 1515 escribió «El Príncipe», que enseña a un líder cómo lograr «el poder» y cómo conservarlo, usando para ello cualquier medio que sea necesario; pero haciendo a la vez el papel de una persona justa y compasiva. Su ideal de gobierno era  la república (aristocrática) de la Roma antigua. El nombre de Maquiavelo se ha convertido hoy en un sinónimo de represión, astucia y cinismo, sin embargo, hasta el día de hoy, muchos líderes políticos se han servido de sus enseñanzas.

René Descartes: Francés, llamado el padre de la filosofía moderna e iniciador del «racionalismo», que ubica a la razón como fuente del conocimiento. En 1637 escribe su «Método del Dialogo» donde afirma que es necesario dudar, para que la conciencia sea libre: «Si yo dudo es porque pienso, luego existo» (cogito, ergo sum) y así pone en duda toda la ideología medioeval que estaba basada en la religión. Afirma que la civilización nos condiciona, imponiéndonos un dogma dictado por el poder (la iglesia y los reyes). Descartes sitúa al hombre como centro de todo: “No hay libertad si no hay un hombre crítico». Su pensamiento influyó en los filósofos del iluminismo del siglo XVIII.  

Un detalle: Descartes fue perseguido por la inquisición, por lo que debió huir de Francia.

La filosofía Iluminista: Aparece en Francia entre los años 1751 y 1772, expresada por los pensadores Voltaire, Diderot, D’Alembert y Rousseau. El iluminismo también toma como base «la razón»: Nuestra razón nos dice que el mundo eclesiástico y monárquico que se ejerce por derecho divino ya no es válido, el centro del mundo es el hombre y lo importante son los derechos del hombre. Los iluministas revelan la injusticia social del momento, enardecen a las masas (la llamada «conciencia crítica») y así estalla la Revolución Francesa. La «burguesía» (comerciantes y clase media) toma el poder que tenía la nobleza, guillotina al rey y crea una república. En adelante el mundo occidental cambiaria totalmente.

Adam Smith: Filósofo y economista escocés, considerado el fundador del capitalismo. En su libro “La riqueza de las naciones”, de 1776, expone que el punto básico de la actividad económica es el afán de lucro: «El hombre emplea su capital solo en su propio provecho y al hacerlo favorece a la sociedad”. En su célebre postulado sobre de «la división del trabajo» destaca la importancia de las fábricas, que aumentan la producción, aumentando los sueldos de los obreros abaratándolos precios al consumidor; pero para montar una fábrica se necesita una inversión en capital y un beneficio para el inversor. Fue un defensor a ultranza de la libre empresa y usó la frase del «laissez faire» (dejar hacer) que significa libre mercado, libre manufactura, bajos impuestos una mínima intervención del estado. Sus postulados aun rigen la economía de casi todo el globo.

Karl Marx, (1818- 1883): Toma como base la «materia» (realidad): «La burguesía tomó el poder con la revolución francesa e inició luego la revolución industrial, donde apareció otra clase social, «el proletariado», que la burguesía puso a trabajar en su beneficio. Pero el proletario enterrará al burgués creará una nueva sociedad sin clases y sin la explotación del hombre por el hombre.  Marx se declara anticlerical y dicta la famosa frase: «La religión es el opio de los pueblos», o sea, la religión atonta al pueblo para someterlo.

Otro detalle: En su «Manifiesto Comunista» Marx exalta a las masas a aniquilar al capitalismo para instaurar el comunismo, lo que sucedió en varios países. Pero al final, el comunismo no enterró al capitalismo, pasó lo contrario: Hoy en día Rusia, los países del este de Europa y la misma China buscan desarrollarse a través de la libre empresa.

Friedrich Nietzsche (1844-1900): Como Maquiavelo, dice que lo importante es «el poder»: «Se debe conquistar, y para conservar lo conquistado se debe seguir conquistando». Alaba la grandeza militar de Alemania, que tiene derecho a un «espacio vital» (territorios) que se debe tomar por la fuerza. En cuanto al «sujeto» (el hombre), se vio influenciado por la teoría de la evolución del naturalista Charles Darwin que destaca la supervivencia del más apto, el más fuerte, lo que Nietzsche identifica con la superioridad de la raza aria. Dice que existe el «hombre común», controlado por la moralidad, a quien compara con un simio, al que hay que reeducar para que ascienda al nivel del guerrero: El «superhombre», «la bestia rubia germánica» que representa la fuerza. Establece el concepto del «Dionisismo  » (el dios griego de la embriaguez): «Hay que desinhibirse y volver a los instintos animales, acabar con los débiles y malogrados, preferir el odio al amor y la guerra a la paz”. Entre 1890 y 1945 existió en Alemania un culto a Nietzsche, lo que promovió la primera y la segunda guerra mundial. Hitler fue su ferviente admirador y llevó a cabo sus enseñanzas.  

Un último detalle: En 1889 Nietzsche se volvió loco y fue internado en un manicomio.

Por francisco

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