La historia: Jean Baptiste Bernadotte nació en 1764, en Pau, Francia; su padre era un abogado de esa ciudad. A los 16 años ingresó al ejército francés, no tenía muchas esperanzas de hacer carrera allí, ya que no era noble y durante la monarquía los altos cargos militares estaban reservados solo para la nobleza, pero el destino estuvo de su parte, la revolución francesa abolió la aristocracia y sus éxitos en batalla le permitieron ascender rápidamente en los rangos.
Para el año de 1808 Suecia se encontraba en guerra contra Francia, su rey Gustavo Adolfo IV creía en el derecho divino de los reyes y consideraba a Napoleon como un anticristo. Convencido del poderío militar de Suecia buscó una alianza con Inglaterra y entró en guerra contra Francia y Rusia, perdiendo en ella toda la región de Finlandia, que formaba parte del reino Sueco desde el siglo XIII. A raíz de esta catástrofe, de la cual era responsable directo, Gustavo Adolfo IV fue depuesto por un golpe militar y debió marchar al exilio. Al enterarse de esto, el Mariscal Bernardotte que había dirigido las operaciones militares contra las tropas de Suecia, y que las había derrotado en Lubeck, interrumpió las hostilidades y trató a los oficiales suecos, que eran sus prisioneros, con suma cortesía y respeto. Esta deferencia cambiaría su vida por completo.
Carlos XIII, tío de Gustavo Adolfo fue elegido entonces como nuevo rey de Suecia, pero este no tenía hijos que garantizaran la sucesión, así que en 1810 el parlamento sueco, eligió al príncipe Christian Augusto de Dinamarca como el futuro heredero al trono, pero el destino cambiaría todo de nuevo, Christian murió ese mismo año. Para garantizar la paz e impedir nuevas pérdidas de territorios, el Parlamento decidió elegir un heredero al trono que Napoleón aprobara, y el 21 de Agosto de 1810 escogió al Mariscal Bernardotte, el mismo que había derrotado a Suecia, pero que también la había tratado con honorabilidad. Napoleón aceptó la propuesta sueca, pensando que Bernadotte se convertiría en un peón que él podría manipular fácilmente.
Bernadotte no tenía sangre real, ni siquiera era de origen noble, pero en el momento en que la Dieta de Estocolmo lo elije como heredero al trono tenía el título de “Príncipe de Pontecorvo” que le había sido concedido por Napoleón, y era además cuñado del entonces Rey de España, José Bonaparte, también nombrado a ese cargo por su hermano Napoleón. De esta manera se justificaba que el pretendiente tuviera los meritos suficientes para acceder al trono de Suecia, una monarquía ancestral que se remontaba al siglo VII. Y fue así como Bernadotte, siendo príncipe heredero de Suecia, actuó como regente durante el resto del reinado de Carlos XIII y a la muerte de este asumió el trono con el nombre de Carlos XIV. En 1813 Bernadotte rompió con Francia y se unió a la alianza anti-francesa que finalmente derrotó a Napoleón. Forzó luego una unión con Noruega y reinó como rey de Suecia y de Noruega, hasta su muerte el 8 de Marzo de 1844. La Casa Bernadotte es aún la Casa Real de Suecia y el actual Rey, Carlos XVI Gustavo, es el séptimo Bernadotte que reina en ese país.
Un detalle: Bernardotte era oriundo de Pau, y 210 años antes que él, en esa misma ciudad, nació el Rey Enrique III del pequeño Reino de Navarra. Y al igual que ese ilustre y batallador monarca, que instauró la dinastía Borbón en Francia bajo el nombre de Enrique IV, Bernadotte iba a vivir una vida no menos ajetreada y marcada por un futuro igual de prodigioso, instaurando su propia dinastía en Suecia ¿Acaso fue esto otro guiño del destino?
Otro detalle: La esposa de Bernadotte, Desirée Clary, a sus 17 años había sido la novia oficial de Napoleón Bonaparte y en 1795 estaban comprometidos para casarse, pero poco después Napoleón se enamoró perdidamente de Josefina Beauharnais, con quien finalmente se casó. Bernadotte siempre tuvo malas relaciones con Napoleón, seguramente por los celos que siempre sintió hacia él, y eran justificados, ya que el amor entre Napoleón y Desiree había sido completo, íntimo. En su exilio de Santa Elena Napoleón le confió a su ayudante de campo, Bertrand: “Es por haber tomado la virginidad de Desirée que hice a su esposo Mariscal, príncipe y rey”. Algunos historiadores franceses consideran a Bernardotte un gran traidor, ya que por su resentimiento hacia Napoleón llegó hasta a coaligarse contra su país natal.
Un último detalle: En su juventud Bernadotte no había sido monárquico, sino un republicano furibundo. A su muerte, siendo Rey de Suecia, los médicos que preparaban su cadáver para amortajarlo descubrieron en su piel un curioso tatuaje de tres palabras: “Mort aux Rois” o “Muerte a los Reyes”: Era un grito de guerra de los años más radicales de la Revolución Francesa. Irónico ¿no es así?
Fuentes:
- Revue ded’histoire nordique 2009. “Bernadotte, un Français roi de Suède-Norvège”
- Anne Marie Selink. “Desiree”. Editorial Entre libros, 2005
- Pilar Urbano. “La Reina muy de cerca”. Editorial Planeta 2008