La historia: Virginia Elisabetta Orloni nació el 22 de Marzo de 1837 en Florencia, Italia, hija del Marqués Filippo Orloni y de la Marquesa Isabella Lamporecchi. Recibió una esmerada educación, podía hablar cuatro lenguas fluidamente y dominaba la música y la danza. Alta, rubia y muy bella reunió en su entorno una gran cantidad de admiradores. En 1854, a los diecisiete años, contrae matrimonio con Francesco Verasis, Conde de Castiglione. La pareja se residenció en Turín (capital del reino del Piamonte) y tuvieron un hijo llamado Giorgio. Virginia tenía un carácter alegre, le encantaban las fiestas, era además muy liberada y mantuvo varias relaciones extramatrimoniales.

En una fiesta coincide con un primo suyo, el Conde Camilo Cavour, primer ministro  del Reino del Piamonte. Camilo enseguida notó que Virginia, además de ser una mujer de inigualable belleza, era de gran inteligencia y de mentalidad abierta. Pensó entonces que se podrían utilizar sus encantos para seducir a Napoleón III, el emperador de Francia (conocido como un gran mujeriego) y así influir en él para que ayudara al Piamonte a liberar los territorios que Austria había ocupado en el norte de Italia.

El rey del Piamonte, Víctor Manuel II, secundó la propuesta de Cavour y sugirió una reunión entre él y la condesa, para tratar de convencerla. No solo la convenció, también la llevo a la cama varias veces. Virginia persuadió después a su marido (ignorante de todo), a pasar una temporada en París, y en Diciembre de 1855 parten, rumbo a Francia.

A través de Cavour los condes de Castiglione son introducidos a la corte imperial, allí conocen a Napoleón III que inmediatamente queda encandilado por la belleza de Virginia y no tarda en hacerla su amante. Tanto el emperador como la condesa estaban casados y el doble adulterio hace escándalo, lo que obliga al Conde de Castiglione a abandonar a su esposa llevándose a su hijo y dejando a Virginia en total libertad.

La noche del 5 de Abril de 1857, cuando Napoleón III salía de la casa de la condesa,  tres terroristas antimonárquicos intentan asesinarlo, lo cual fue evitado por sus  guardaespaldas, pero el hecho de que el atentado sucediera en la casa de Virginia, y que los implicados fueran italianos, despertó sospechas. Meses más tarde las investigaciones revelaron que Virginia no estaba involucrada en el magnicidio, pero se descubrió la correspondencia que ella mantenía con Cavour, donde se mencionaban sus relaciones con el emperador y los puntos que se debían tratar con él. Napoleón III se indignó, la mujer que le había jurado amor no era más que una espía que lo había utilizado.

La Castiglione fue expulsada de Francia, pero había cumplido: Napoleón III ya había hecho suya la causa italiana. En 1859 el Piamonte y Francia declararon la guerra a Austria, liberando las regiones de Lombardía, Emilia-Romaña y Toscana, que pasaron a formar parte de la naciente “Italia” bajo el reinado de Víctor Manuel II.

Al regresar a Turín continuó su vida amorosa, tuvo muchos otros amantes influyentes, entre ellos el Barón Rothschild; el diplomático Constantino Nigra; el Príncipe de la Tour d´Auvergne, embajador de Francia; el Príncipe Michel Poniatowski, sobrino del rey de Polonia y el banquero español Bauer. Después del derrocamiento de Napoleón III Virginia volvió a Paris, donde vivió sus últimos veinte años, sola y amargada por la perdida de su belleza. Allí muere en 1899, a la edad de 62 años.  

Un detalle: Virginia tuvo su primera experiencia sexual a los 16 años, con el Marqués Ambrosio Doria, bien parecido  y con una merecida fama de seductor. Pero ese mismo día, su madre la sometió a un interrogatorio que terminó en una confesión. Para evitar una mancha en el honor de su familia fue obligada a casarse con el Conde de Castiglione, pero ella nunca lo amó. Después de casada reanudo su relación con Doria, y además, contemporáneamente, con dos hermanos de él: Andrés y Marcelo.

Otro detalle: Virginia tenía un diario personal donde anotaba cada una de sus experiencias amorosas, usando un código cifrado que identificaba el tipo de relación: La letra “b” era un simple beso. “bx” significaba gran intimidad y “f” el acto completo.

Otro detalle: La esposa de Napoleón III, Eugenia de Montijo, odiaba a la Castiglione y utilizó todas sus influencias para desprestigiarla. Virginia estuvo a punto de dispararle con una pistola, cuando fue detenida por un amigo, que la hizo entrar en razón.

Un ultimo detalle: A pesar de que Virginia tuvo innumerables amantes, el emperador Napoleón III fue para ella el más importante de todos. En su diario describe la primera relación íntima que tuvo con él y menciona: «Fue suficiente solo media hora para hacer de mi una emperatriz». Durante toda su vida guardó el camisón de noche que había usado en ese momento y en su testamento expreso su deseo de ser enterrada con el.

Fuentes:    

• Ivan Lantos.«Grandi Biografie, La Contessa di Castiglione». A. Peruzzo Editore, 1985    
• Massimo Grillandi. “La Contessa di Castiglione”. Editorial Rusconi, 1979. 
• Alain Decaux. “La Castiglione”. Editeur Perrix, 2001