La Historia: Margaretha Zelle nace el 7 de Agosto de 1876 en la ciudad holandesa de Leeuwarden, en el seno de una familia acomodada. Estudió en colegios exclusivos donde aprendió el francés y el alemán. En 1890, a sus 14 años, era muy bella: Morena (lo que la destacaba en un entorno donde casi todos eran  rubios), alta y con un cuerpo escultural. Ese año su padre se arruina y abandona su familia y poco después su madre muere, quedando los hijos desamparados. Margaretha es enviada con su padrino, el Sr. Visser, que la emplea en una guardería infantil; de donde la  despiden, al tener una relación íntima con el director.

En 1894, un capitán del ejército holandés, Rudolf  Mac Leod, de 38 años, publica en un aviso de prensa que busca esposa, Margaretha, de 18 años, rápidamente contesta y le envía su foto. Se casan en Julio de 1895 y tienen dos hijos, un varón llamado Norman y una niña que llamaban Nan. En 1897 la familia se muda a la colonia holandesa de Java, en Asia, adonde Rudolf había sido destacado. Allí, su esposo le era infiel, bebía mucho y la maltrataba. Luego, su hijo Norman fue envenenado por su niñera, en venganza, porque Mac Leod había arrestado a su novio. Al regresar a Holanda se divorcian. Margaretha recibe la custodia de su hija y una pensión que debía pagar Mac Leod, pero este contrató dos detectives que comprobaron que su ex esposa recibía frecuentes visitas masculinas en su casa, la acusa en tribunales, recupera la custodia de la niña y deja de pagar la pensión.

En 1903 Margaretha se establece en París, para sobrevivir debe prostituirse y posar desnuda para pintores. Pero dos años más tarde, aprovechando el interés que había en ese momento por lo asiático, adopta el nombre artístico de Mata Hari («Sol», en malayo), improvisa un vestuario oriental y comienza a bailar en locales nocturnos las sensuales danzas que había aprendido en Java, quitándose velo tras velo. Nunca antes una mujer se había desnudado en un escenario. Obtiene un éxito clamoroso y se convierte en una cortesana de lujo. Muchos personajes importantes, como el compositor Giacomo Puccini y el magnate Henry Rothschild fueron sus amantes. Durante 10 años viajó de país en país y vivió romance tras romance. Hasta que, en 1914, estalla la primera guerra mundial; con casi 40 años y en medio de una guerra tiene pocas posibilidades de conseguir trabajo bailando.

Su vida cambia en 1916. Ella había tenido amoríos con altos oficiales de muchas nacionalidades, y el Estado Mayor Alemán le propuso convertirse en espía para Alemania, dándole un adelanto de 20.000 Marcos. Dada su situación ella aceptó y tras un corto entrenamiento le fue asignado el nombre clave de «H-21». Pero Margaretha necesitaba más dinero, y le propone a George Ladeaux, el jefe del contraespionaje francés, espiar para Francia y pide a cambio un millón de francos (una suma colosal), lo que fue aceptado por Ladeaux. Es enviada a Madrid, donde seduce a un alto funcionario alemán de quien obtiene información que, ingenuamente, envía a Ladeaux por correo normal y que fue leída por los alemanes. Ellos, para castigar su traición, pasaron un falso mensaje, en una clave que sabían había sido decodificada por la inteligencia francesa, donde decían haber obtenido muy importantes datos enviados por la espía H-21, desde Madrid. A su regreso a Paris, en Febrero de 1917 fue detenida y tras largos interrogatorios Mata Hari confesó ser la agente H-21. Es condenada a muerte y el 15 de octubre de 1917 fue fusilada en la fortaleza parisina de Vincennes; se comportó con gran valor, rehusó que le vendaran los ojos y antes de morir se despidió de los soldados del pelotón agitando la mano elegantemente. 

Un detalle: En las fotografías que existen de Mata Hari, en muchas aparece desnuda, pero nunca muestra sus senos. El pintor francés Guillaumet, para el que ella posó, comentó: «Tenía una linda cara, bonitas espaldas, bellos brazos, preciosas piernas, pero que pena, tenía el pecho caído». Esto explica por qué nunca se mostró sin esos sostenes de metal.

Otro detalle: Durante los interrogatorios que se le hicieron mientras estaba prisionera se le comprobó que entre Junio y Agosto de 1916 ella había tenido relaciones sexuales con más de 12 oficiales franceses, que según sus acusadores, seguramente le habían dado información para enviar a Alemania. Ella, sin ningún pudor replicó: «Me gustan los oficiales, prefiero tener sexo con un oficial pobre que con un banquero rico. Mi mayor placer es acostarme con ellos sin tener que pensar en dinero, pero nunca les pregunto nada sobre la guerra». «¿Soy una ramera?, ¡Sí!, pero una traidora, ¡Jamás!».

Un último detalle: Después de su ejecución sus restos no fueron reclamados por nadie. Ese cuerpo, que había sido tan alabado en toda Europa, acabó en una mesa de disección. Su cabeza fue preservada en el Museo de Anatomía de Paris, pero en el año 2000 desapareció.

FUENTES                                                                                                                           

  • Lionel Dumarcet. «El caso Mata Hari». Edics. De Vecchi, 2012  
  • Programa  «Reputations – Mata Hari». BBC, 1999
  • Programa  «RAI Storia – Mata Hari». RAI, 2015

Por francisco

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